Hasta que llegó el día. Durante décadas, el Rangers podía reclamar predominio por sobre su archirrival, el Celtic, en cuanto a títulos de la Liga de Escocia. Pero ya no más.
Este sábado, los Celticos golearon al Dundee para ganar el campeonato nacional escocés por cuarta vez seguida, novena vez en la década y 13a en los últimos 14 años, un período de dominio insólito que por fin le permitió empatar a sus vecinos de Glasgow, ambos con 55 estrellas.
Considerando la enorme rivalidad que existe entre ambos, tanto deportiva como ideológica, no cabe duda que esto no hará más que exacerbar la animosidad entre los hinchas de lado y lado.