Un partido tranquilo entre Nacional y Peñarol en Uruguay es algo que nadie, nunca, ha visto jamás. Siempre pasa algo en el duelo más tradicional del fútbol oriental y, de paso, uno de los clásicos más candentes del mundo.

Y el jugado el lunes en la noche no fue la excepción. Ganó el Bolso por 3-1, pero tras el tanto definitivo, a los 97′, ardió Troya: el zaguero Javier Méndez, de Peñarol y de 30 años de edad (este dato cobra vital relevancia para la historia), agredió a un rival de manera bastante flagrante -lo tomó del cuello, lo zamarreó y lo tiró al piso- por, según su criterio, celebrar con demasiado ahínco. Las críticas le llueven al defensor, principalmente porque el adversario era Agustín dos Santos, de... ¡16 años de edad!