De luz y sombra fue el partido de Lionel Messi el sábado por la noche en la MLS. Jugando como local, el Inter Miami solo pudo rescatar un empate ante Charlotte FC, y la única conquista de su equipo fue obra de él, con un zurdazo de su clase desde fuera del área a los 67′.
Sin embargo, luego el astro argentino se descontroló y se puso a insultar al árbitro del partido, tratándolo de “mala leche” y de “hijo de pu...”. Producto de esto recibió tarjeta amarilla, ¿habría sido roja para cualquier otro jugador no llamado Messi?