El compromiso entre el Valencia y el Real Madrid terminó lleno de polémica. Y no es para menos, considerando que Gil Manzano, árbitro del partido, cobró el final del partido segundos antes que los Merengues anotaran el gol de la victoria en Mestalla.
Los jugadores madridistas explotaron de rabia y se fueron con todo en contra del colegiado, que se defendió indicando que se habían pasado más de la cuenta en los descuentos: dieron siete y el tanto agónico fue casi llegando a los nueve minutos.