“Here We Go”. Tal como la famosa frase que suele usar para dar a conocer los grandes fichajes en Europa y el mundo -”Aquí vamos”, en español- parece que ha llegado el tiempo para Fabrizio Romano, el influyente periodista deportivo italiano que suele tener las grandes primicias del mercado. En particular, se le acusa de aceptar dinero tanto por parte de jugadores como de equipos.
El caso que generó suspicacias fue el del sueco Roony Bardghji, una joya de 18 años que juega en el Copenhague y que ha generado el interés de los principales clubes del Viejo Continente, con Barcelona y Manchester United entre los más interesados.
Fue ante eso que Romano informó que Bardghji no había aceptado alargar su contrato con el cuadro danés, que vence en 2025, ante lo cual el club decidió castigarlo y no volver a considerarlo en las convocatorias del primer equipo. Algo que el Copenhague negó inmediatamente.
¿Cómo tanta contradicción? Eso se preguntaron en Dinamarca, donde la revista deportiva Tipsbladet realizó una chocante acusación.
La acción contra Fabrizio Romano
Troels Bager Thogersen, editor de Tipsbladet, disparó contra Fabrizio Romano en sus redes sociales. “Yo sé que es tratado como un Dios en las redes sociales (pero) debo decir que muchas veces él obtiene su información de los agentes de los jugadores y termina siendo el vovero de sus intereses”.
Obviamente, el hecho que Romano tenga lazos con los representantes no es del todo sorpresivo -a fin de cuentas, esa suele ser la primera fuente de información para los fichajes- pero lo realmente impactante es que, de acuerdo al reporte, esas informaciones suelen ser dadas a conocer previo pago de milllonarias cifras, es decir, constituyendo un soborno.
Y es más, las coimas también provendrían de equipos que intentan poner en el mercado a algún jugador no deseado, o que tratan de subir o bajar el precio de algún posible fichaje.
“En este caso específico (el de Bardghji) parece que el entorno del jugador quiere enviar un mensaje para presionar al Copenhague. Eso no puede considerarse como periodismo. Es un negocio donde los equipos y los agentes necesitan pagar por publicidad, y eso nunca puede ser llamado periodismo. Y esa debe ser la lección: lo que parece como periodismo es en realidad impulsado solamente por intereses comerciales”.
Según Tipsbladet, Romano rechazó una solicitud para entrevistarlo a fin de aclarar el tema. El periodista tampoco se ha referido al tema en sus redes sociales; vale recordar que el italiano es el reportero futbolístico más popular del mundo, con 20 millones de seguidores en X (antes Twitter), dos millones en YouTube y 27 millones en Instagram.