Ya han pasado más de cuatro meses desde que Eduardo Berizzo presentó su renuncia a la Selección Chilena. Por ahora, no ha querido asumir un nuevo desafío como entrenador, pero si que está interesado en volver a dirigir en un futuro.
El ex entrenador de La Roja conversó con el medio argentino Radio Mitre sobre el Clásico Rosarino que se vivirá este domingo 25 de febrero. Cabe destacar que el argentino fue jugador de Newell’s Old Boys desde 1990 a 1993, por lo que es voz autorizada para hablar de este partido.
En la charla también comentó la posibilidad de dirigir al conjunto Rojinegro en el futuro cercano y el estratega respondió lo siguiente: “Dirigir a Newell’s es una posibilidad que existe, pero a veces los tiempos no coinciden. Uno tiene trabajo, a veces hay otro entrenador y respeto mucho a mis colegas trabajando. Sería muy lindo cerrar el círculo y volver al lugar de donde saliste”.
Berizzo profundizó en su experiencia en los clásicos y cómo hay que prepararse para éstos, ya que disputo varios como jugador, como el Boca vs. River, Argentina vs. Brasil e inclusive los Olympique de Marsella vs. Saint Ettiene. “Hay que encontrar un punto de equilibrio que te permita preparar bien el partido, no gastar energías emocionales previamente y saltar al campo a desarrollar el plan del juego”.
El vínculo entre Berizzo y Newell’s
Eduardo Berizzo es una de las personas más respetadas por los Hinchas de Newell’s Old Boys, de hecho en el encuentro de despedida de Maxi Rodríguez celebrado en junio de 2023, fue aclamado por los hinchas Rojinegros.
Este fuerte vínculo se debe a que Berizzo se formó como futbolista en la institución y jugó un total de 126 partidos en el primer equipo, donde llegó a anotar 15 goles a pesar de ser defensor. En los tres años que estuvo en el conjunto de La Lepra consiguió dos campeonatos argentinos, además de la recordada final de Copa Libertadores que alcanzaron en 1992.
Cabe recordar que Berizzo estuvo al mando del equipo de Marcelo Bielsa, lo que explica el cariño de la hinchada al ahora entrenador, que está expectante a la posibilidad de dirigir al club de sus amores en el futuro.
