La teoría desarrollada por el matemático Edward Lorenz y que dio paso al cinematográfico concepto de “El efecto mariposa” bien puede definir lo que confesó el golero Jorge Broun, apenas Rosario Central se coronó como campeón de la Copa de la Liga Profesional de Argentina y que tiene relación con un desconocido paso que pudo dar al fútbol chileno el jugador que se posicionó como la figura del torneo trasandino.
“Estuve a una semana de irme. Ya había hablado con gente de Chile, más precisamente de Palestino, con Vita (Pablo Sánchez)”, arrancó confesando el golero que fue artífice del título de los Canallas, que derrotaron por 1-0 a Platense.
El guardametas, que ya tuvo un paso por los pastos nacionales en 2013 y 2014, defendiendo los colores de Deportes Antofagasta, surgió de las inferiores de la Academia Rosarina y en su segundo paso por la institución que lo vio nacer pudo dejar todo para venir al cuadro árabe. Algo que no se fraguó por cosa de días.
“Cuando se va (Carlos) Tévez, me llaman del club antes de las elecciones para decirme que me querían, y que siguiera acá. El amor por este club me hizo quedarme, más allá que me tocó empezar de atrás. Ahora me tocó atajar y ser partícipe. Es algo que va a quedar eternamente en la historia de este club”, reveló Fatura, que tras pasar por los Pumas jugó en Colón de Santa Fe, Ludogorets de Bulgaria y Gimnasia y Esgrima La Plata, donde fue el arquero titular del equipo que dirigió el difunto Diego Armando Maradona.
La muerte del Diez marcó su salida del Lobo, volviendo a Rosario Central para posicionarse como referente y graduarse de ídolo en el desarrollo de este campeonato, en el que fue clave al atajar penales frente a Racing Club y River Plate, en las dos llaves previas a la final disputada este 16 de diciembre en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
El desenlace del torneo le trajo alegría a otro nombre muy relacionado al fútbol chileno, pues Miguel Ángel Russo, recordado por su paso por la banca de Universidad de Chile, es el entrenador de los auriazules y consiguió así su séptima corona en el balompié trasandino.
Un chileno había sido protagonista en el último título Canalla
Con el triunfo ante Platense, Rosario Central consiguió su duodécimo título oficial y el primero tras cinco años. Su última celebración había sido en 2018, cuando consiguió levantar la Copa Argentina con un chileno entre sus filas.
Fue Alfonso Parot quien anotó dicha copa en su palmarés y resultó siendo clave en la definición, pues anotó uno de los lanzamientos penales que le dio el título al elenco rosarino, tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario ante Gimnasia y Esgrima de La Plata.
