Universidad de Chile completó su tercera presentación en la fase de grupos de la Copa Libertadores con un valioso empate 1-1 ante Carabobo, en un partido que tuvo de todo: lluvia torrencial, una hora de retraso en el inicio y una cancha en malas condiciones que exigió el máximo esfuerzo físico y mental del plantel.
Pero mientras los dirigidos por Gustavo Álvarez rescataron un punto clave para mantenerse como líderes del Grupo 1, el desafío no termina ahí. El retorno a Santiago se presenta igual de exigente que el viaje de ida, con una logística compleja que mantendrá a la delegación azul en movimiento durante prácticamente toda el día.
El extenso viaje de retorno de la U
La planificación incluyó un entrenamiento matutino en el gimnasio del hotel en Valencia, una medida pensada para no perder el ritmo y recuperarse tras el extenso duelo de ayer.
Luego, el grupo abordará un vuelo chárter rumbo a Bogotá, Colombia, donde tendrán una breve escala antes del tramo más largo del viaje: un vuelo comercial de aproximadamente seis horas con destino final en Santiago de Chile.
Se espera que el plantel llegue al país cerca de la medianoche de este miércoles, finalizando horas de terror, al menos desde el punto de vista del desgaste para los futbolistas azules.
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La U se prepara para los próximos desafíos
Para este jueves, está programado un entrenamiento matutino que considerará menos carga para los jugadores que fueron titulares en Venezuela. Esto pensando en la recuperación física de los futbolistas, quienes enfrentarán una semana muy corta de trabajo con miras al duelo ante Palestino el domingo por el Campeonato Nacional.
En ese contexto, el cuerpo técnico deberá tomar decisiones clave respecto a las posibles rotaciones. La intensidad del partido ante Carabobo, sumada al deteriorado estado del campo y el largo desplazamiento, no son factores menores. Aun así, por el momento, la idea es saltar con equipo titular en La Cisterna.
