Universidad de Chile avanzó fuerte esta semana en materia de refuerzos. La dirigencia azul, luego de semanas de negociaciones, aseguró la llegada de Nicolás Ramírez, Leandro Díaz y Javier Altamirano.
El central llegó bajo expresa petición de Gustavo Álvarez, quien incluso a principios de 2024 solicitó su fichaje, pero en ese entonces, Ramírez optó por probar suerte en el extranjero. Ahora, arriba al Centro Deportivo Azul para cumplir con el gran anhelo del DT.
Álvarez por fin cumplirá su máximo deseo
Desde que llegó a Universidad de Chile, Gustavo Álvarez siempre ha intentado sostener una línea de tres defensores en el fondo. Ya con un año en el cargo, el estratega trasandino ha utilizado a varios futbolistas, pero ninguno se ha afianzado en el puesto.
El último en intentar convencer a Álvarez fue Fabricio Formiliano, quien llegó de emergencia a mitad de 2024, y aunque comenzó como titular, lentamente perdió protagonismo. En la actualidad, ni siquiera es una de las primeras opciones para el DT, quien baraja su salida.
Con Ramírez no parece que ese sea el caso. El adiestrador argentino conoce de sobra al jugador quien fue inamovible durante su estadía en Huachipato, por lo que de no ocurrir nada extraño, será el compañero ideal para Matías Zaldivia y Franco Calderón.
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Los deseos de Gustavo Álvarez son órdenes
En este mercado, la mayoría de los refuerzos de la U tienen como factor principal a Gustavo Álvarez. Además de Ramírez, Gonzalo Montes y Javier Altamirano también fueron dirigidos por el entrenador en Huachipato, por lo que se espera que también tengan una consideración especial en el equipo.
De hecho, el propio Altamirano reconoció públicamente que la principal razón detrás de su arribo a Universidad de Chile fue Álvarez, quien para este año prepara un equipo a su medida, y repleto de futbolistas de su total confianza.