Luego de días en silencio, en Universidad de Chile apretaron el acelerador para asegurar a sus últimos refuerzos de cara a la próxima temporada. En tiempo récord, los laicos cerraron la llegada de Javier Altamirano, Leandro Díaz y Nicolás Ramírez.
A diferencia de los dos primeros, el central no era uno de los puestos que buscaba la gerencia deportiva en el mercado. Sin embargo, algo cambió en los últimos días en las necesidades azules, y en donde jugó un rol fundamental Gustavo Álvarez.
Álvarez quería un defensa central
Según información de En Cancha, tras los partidos amistosos ante Coquimbo Unido y Godoy Cruz, Álvarez se reunió con la dirigencia para afinar ciertos detalles respecto a la búsqueda de jugadores.
En esa instancia, el DT hizo ver la necesidad de variantes en la defensa. Álvarez aseguró que estaba molesto con el desempeño defensivo del equipo, que no estaba a gusto con Fabricio Formiliano, y aunque alternó con Tapia, Ojeda e incluso Fabián Hormazábal, necesitaba a otro futbolista que fuera capaz de ser titular al lado de Franco Calderón y Matías Zaldivia.
El nombre a apuntar ya se había discutido con anterioridad: Nicolás Ramírez. El zaguero formado en Universidad de Chile ya estuvo en la lista de incorporaciones de la U a principios de 2024, pero en esa ocasión optó por partir al extranjero, específicamente al Barcelona de Guayaquil.
Ahora estaba en libertad de acción, lo que garantizaba que las negociaciones serían mucho más sencillas. Finalmente, el zaguero selló la noche de este martes su retorno por las próximas dos temporadas a Universidad de Chile.
Álvarez y su contacto clave con Ramírez
Pero los contactos entre Nicolás Ramírez y la U no comenzaron esta semana. Gustavo Álvarez personalmente se comunicó con el central luego de dejar Ecuador para hacerle saber que, en caso de recibir luz verde para la búsqueda de un zaguero, sería una de sus prioridades.
El entrenador tuvo a Ramírez como uno de sus inamovibles durante su estadía en Huachipato, y bajo la misma fórmula en la que arribaron Gabriel Castellón, Gonzalo Montes y Javier Altamirano, opta por nombres de confianza.
A Ramírez, por su parte, le seducía la idea de retonar a un grande de Chile, y más aún si se trataba de la U, club de donde surgió y del cual es declarado hincha. Por este motivo respetó los plazos que le señaló Álvarez, y espero paciente por la oferta del club, la que finalmente llegó.