La crisis que atraviesa Universidad de Chile a nivel dirigencial se profundiza con cada nueva revelación. La solicitud de información por parte de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) a Michael Clark ha puesto en jaque la estabilidad institucional en el Centro Deportivo Azul.
La situación al interior de Azul Azul se ha vuelto cada vez más compleja. Con un directorio mayoritariamente controlado por el grupo de Michael Clark, la influencia de otros accionistas puede jugar un rol relevante en el futuro de la concesionaria.
En el directorio analizan acciones
Uno de ellos es Daniel Schapira, el segundo mayor accionista de Azul Azul, quien ha quedado relegado ante el poder de Sartor y Clark desde que llegaron al club en 2021. El empresario ha expresado su preocupación por la situación actual y asegura que tomará acciones.
Schapira, que posee dos sillas en la mesa dirigencial compuesta por 11 representantes, mantiene como miembros a Juan Pablo Pavez y Paola Davanzo.
En conversación con La Tercera, Schapira advirtió su preocupación y aseguró que tomará cartas en el asunto. “Por ahora no nos han comunicado nada, solo nos hemos enterado por la prensa. Preocupados claro que estamos. El jueves me reuniré con mis directores y sabremos un poco más. Queremos explicaciones”, apuntó.
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En la Casa de Estudios también piden respuestas
Por su parte, la Casa de Estudios de la Universidad de Chile, a través de sus representantes en la mesa directiva, ha manifestado su inquietud por la serie de modificaciones en la propiedad del club asegurando que están monitoreando de cerca la situación.
“Estamos preocupados, muy sorprendidos. Estamos monitoreando y viendo los temas a seguir. Sin duda queremos saber qué pasa”, concluyó Andrés Wintraub, director de Azul Azul y representante de la Universidad, a La Tercera.