Tras consagrarse campeón de la Copa Chile al vencer a Ñublense, en la U ahora se meterán de lleno en la planificación de la temporada 2025. Si bien el título significó un bálsamo para el club tras años complicados, la dirigencia y el cuerpo técnico tienen claro que es necesario reforzar el plantel para competir con mayor solidez.
Uno de los principales focos es la situación de varios jugadores que, a pesar de tener contrato vigente, están con pie y medio fuera del equipo. Son cuatro los futbolistas que están en la mira para no continuar: Luciano Pons, Ignacio Tapia, Federico Mateos y Emmanuel Ojeda.
Estos jugadores no lograron cumplir con las expectativas en la temporada 2024. La decisión final dependerá de ambas partes, ya que la dirigencia deberá negociar sus salidas mediante préstamos, ventas o posibles rescisiones de contrato.
Todos, a excepción de Ojeda que culmina su vínculo a mitad del próximo año, le restan un año más de vínculo, cosa no menor si es que en los planes de la regencia está rescindirles, es decir, cortarles el contrato de lleno.
Casos particulares: Antonio Díaz y Fabricio Formiliano
En el listado también figuran Antonio Díaz y Fabricio Formiliano, quienes llegaron como refuerzos a mitad de año. Sin embargo, ambos terminaron perdiendo protagonismo en el cierre de la temporada debido al bajo rendimiento, quedando relegados en las consideraciones del técnico Gustavo Álvarez.
La incertidumbre ronda en el CDA respecto a esos futbolistas, pero la postura de la dirigencia es clara: limpiar el plantel de elementos que no encajen en el proyecto deportivo para 2025. El objetivo es dar espacio a nuevos refuerzos que puedan potenciar al equipo y capitalizar el envión anímico que dejó el título obtenido.
Se vienen semanas de definiciones importantes para Universidad de Chile, con varios nombres en la cuerda floja y con otros que esperan con ansias sumarse a un plantel que el próximo año peleará en cuatro frentes: Copa Libertadores, Campeonato Nacional, Copa Chile y Supercopa.