La Universidad de Chile se siente robada y no tiene reparos en esconderlo. En el conjunto que dirige Gustavo Álvarez, que terminó segundo detrás de Colo Colo en el Campeonato Nacional, creen firmemente que hubo mano negra en la definición del pasado fin de semana, y luego del gol anulado a Leandro Fernández ante Everton, simplemente ardió Troya.
“Los partidos se definen en la cancha, pero claramente hoy queda demostrado una vez más que hay algo más allá de la cancha. No quisieron que jugáramos un partido definitorio, nos privaron de un triunfo y eso es lo que me deja muy caliente (...) Lo que sucedió fue un robo a vista de todo el mundo”, tiró Marcelo Díaz tras el pitazo final en Ñuñoa.
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Por lo mismo, según informa El Mercurio en esta jornada, en el CDA evalúan una drástica medida: pedir que a los azules los arbitren jueces provenientes del extranjero.
“No descartamos pedir una terna internacional para la final de la Copa Chile. Sí, porque no hay confianza”, le confidencian desde el interior del club al medio antes mencionado.
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Sufre la U: informe arbitral acusa insultos de jugadores
Por otro lado, el compromiso ante Everton, que finalmente terminó igualado 1-1, podría seguir trayendo coletazos, porque el informe arbitral de Francisco Gilabert fue durísimo con dos futbolistas azules: Marcelo Morales y Matías Zaldivia.
Según consta en el escrito, el Shelo le dijo al cuarto árbitro, Miguel Araos, “sapeaste mal”, para luego referirse a todo el cuerpo arbitral como “malditos cul...”. Del central, en tanto, están anotados los siguientes epítetos: “Son un desastre, hijos de pu...”. Ambas acusaciones podrían terminar con importantes sanciones de cara al torneo venidero de 2025.