El fichaje más importante de Universidad de Chile en los últimos tiempos ha sido el regreso de Charles Aránguiz, quien arribó en agosto al equipo de Gustavo Álvarez. Con el retorno del Príncipe, a los azules se les abrió el apetito y buscan el fichaje de Eduardo Vargas.
En el Centro Deportivo Azul poco a poco presionan por la llegada de Turboman, y ahora fue precisamente Aránguiz quien le lanzó una indirecta para que pueda sumarse a él y Marcelo Díaz en la escuadra estudiantil.
En la U lanzan un mensaje a Vargas
En conversación con los canales oficiales del club, el Príncipe argumentó que esperaba retornar con sus excompañeros del 2011 a Universidad de Chile, y hasta el momento, solo está con Marcelo Díaz en el plantel estudiantil.
“Si algún día tenía la oportunidad de volver a la U, esperaba encontrarme con Marcelo (Díaz), que era la gente que estaba jugando en ese momento. No sé, un Osvaldo González que todavía está jugando… Vargas, ellos”, reveló.
Pero Aránguiz no se quedó ahí. “Bueno, se dio la oportunidad que solo estaba Marcelo. Las cosas pasan por algo, van pasando cosas también en el tiempo. Me hubiese gustado que estuvieran esas personas que te nombré, pero por distintos motivo no están”, admitió
- Te podría interesar: Las tres figuras de la U que preocupan a Gustavo Álvarez
Las coincidencias de la U 2011 y el equipo de Álvarez
Charles Aránguiz apuntó a las semejanzas entre el mítico plantel de la U de Sampaoli y el actual equipo. “No es coincidencia que nos fue bien. Entonces, llego aquí y me encuentro con un grupo bien parecido. Gente joven, respetuosa, gente grande que llega y se mata día a día”, afirmó.
“El 2011 se formó un grupo muy lindo, muy de piel. Había una amistad, un respeto muy bueno. El grupo se mataba entrenando y después eran todo risas, era muy familiar”, agregó.
La conexión con Marcelo Díaz
Al mismo tiempo, el volante laico habló sobre su cercana relación con Marcelo Díaz. “Tenemos una amistad y futbolísticamente debe ser con el único que me conozco de esa forma. Es automática, no necesitamos hablar ni mirarnos dentro de la cancha”, comentó.
“Debe ser el único jugador con el que tenemos esa conexión, por suerte nos encontramos ahora. Ya estamos maduros, en otra etapa de la vida. Si agregamos toda la experiencia que tenemos, se hace más fácil”, concluyó.