Universidad de Chile sufrió ante Deportes Iquique su derrota más dura en lo que va de temporada, al menos en términos numéricos. Los laicos cayeron por 3-0 en un duelo que estuvo marcado por la expulsión de Leandro Fernández en el primer tiempo del partido.
Álvarez quedó preocupado por el partido que cumplieron los azules. Más allá del resultado, al estratega lo dejó inquieto la forma en la que se vio el equipo tras la expulsión de Fernández, mostrándose algo descontrolado por la decisión arbitral.
Álvarez quiere tranquilizar al plantel de la U
Según información de En Cancha, Gustavo Álvarez tuvo una larga conversación con sus dirigidos en camarines, donde les hizo saber primero que valora su temperamento y la forma en la que defendieron a su compañero de una decisión que ellos consideraron injusta.
Sin embargo, también se encargó de dejar en claro que es importante que el equipo sepa reponerse de estas situaciones adversas, puesto que advirtió que tras la roja, el equipo de Universidad de Chile se salió completamente del partido y se desconcentró. Algo que no puede volver a suceder, bajo su apreciación.
La preocupación de Gustavo Álvarez
Por otra parte, en Universidad de Chile estan confiados en olvidar rápidamente este resultado, aunque el entrenador también reflexiona sobre el orígen de la actitud “descontrolada” que tuvo el plantel azul en el norte, cayendo en el juego brusco.
Sin ir más lejos, Maximiliano Guerrero protagonizó una acción que bien podría haber valido una tarjeta roja propinándole un duro codazo a Hans Salinas en el segundo tiempo.
Para Álvarez, todas estas acciones, sumadas a las desconcentraciones defensivas, son propias de una instancia decisiva, ya que el plantel de la U ya siente que se está disputando el título en cada partido que juega y percibe una expulsión como una acción determinante en su contra.
Ahora será misión del entrenador poner paños fríos al equipo, que saltará a la cancha del Estadio Nacional el próximo sábado a partir de las 21:00 horas ante Unión La Calera.