Cuando llegó el Grupo Sartor a Azul Azul, uno de los ejes fundamentales del proyecto fue fortalecer la inversión de jugadores jóvenes en La U. De hecho, por esa misma razón en el CDA abrocharon la contratación del ecuatoriano Luis Roggiero como encargado de ese departamento. En su primer mercado de fichajes, llegó a los azules Ignacio Tapia, jugador que vive un negativo momento en el equipo.
El central, que tiene contrato vigente hasta diciembre de 2025 no cuenta para Gustavo Álvarez y en el Centro Deportivo Azul ya proyectan su salida a fin de año, lo que sentenciaría su ciclo en la U como un verdadero fracaso.
La controversial llegada de Ignacio Tapia a la U
Tras estar muy amenazada con el descenso en 2021, Universidad de Chile decidió despedir a Ramón Arias, Osvaldo González y Diego Carrasco en la zaga central. Sin embargo, lo que resultó llamativo fue que la inversión la pusieron en un defensor que, precisamente, había perdido la categoría como Ignacio Tapia, que descendió con Huachipato, que posteriormente fue salvado por una sentencia del Tribunal de Disciplina.
En ese momento, la U pagó una cifra que rondó el millón de dólares. El argumento para desembolsar ese monto -poco común entre equipos chilenos- era que el defensor tenía una importante proyección y una altura envidiable de 1.90.
Aunque su paso tuvo momentos positivos, Tapia nunca demostró su valor en la cancha y terminó siendo relegado durante las temporadas en las que vistió la camiseta de Universidad de Chile.
Quiebre clave con Gustavo Álvarez
Se podría decir que Ignacio Tapia con quien mejor rendimiento alcanzó fue con Gustavo Álvarez. El entrenador azul lo ubicó como stopper izquierdo y su desempeño al lado de Franco Calderón y Matías Zaldivia fue bueno.
Todo cambió en el último Clásico Universitario. El zurdo se perfilaba nuevamente como titular, pero una lesión en el calentamiento, ocultada previamente, cambió drásticamente el panorama del nacido en Concepción.
Desde ahí, Tapia no cuenta para el entrenador, quien optó por buscar a dos centrales en el mercado invernal y, además, ha utilizado a volantes como centrales con tal de no acudir a Tapia.
Frente a este panorama, Tapia es uno de los “cortados” de Gustavo Álvarez de cara a final de año. Con su salida, muy probablemente en condición de agente libre, la U culminará uno de sus negocios menos rentables del último tiempo.