Universidad de Chile sigue cosechando victorias en el Campeonato Nacional y comienza a entusiasmarse con la posibilidad de cosechar el título luego de 8 años de sequía.
El equipo de Gustavo Álvarez ha presentado un alza considerable de su rendimiento en las últimas fechas, en gran parte, gracias al aporte de Charles Aránguiz, que en pocas semanas ha logrado transformarse en el moto del equipo.
Charles Aránguiz, más vigente que nunca
Uno de los enigmas que surgió con la llegada de Charles Aránguiz tenía que ver sobre su estado físico. El volante venía de un año complicado en el Internacional de Porto Alegre, marcado por las lesiones y la poca continuidad.
De hecho, en Brasil adelantaban antes de que Aránguiz firmara en la U, que el volante sufría un edema óseo sin fecha de regreso estimada. Al parecer esa información no era tan certera, ya que tras aterrizar en Chile, el Príncipe se puso inmediatamente a disposición de Gustavo Álvarez.
Lejos de necesitar un tiempo de adaptación prolongado, el puentealtino debutó una semana después de llegar a Santiago, disputando 45 minutos en el Superclásico. Luego, fue titular y figura ante O’Higgins, Cobreloa y Unión Española.
El rendimiento del campeón de Sudamérica ha sorprendido a todos, y es que más alla de la innegable calidad que ha mostrado durante toda su carrera, sigue con un despliegue admirable, y ante Unión Española por ejemplo, cumplió con un recorrido intenso pisando las dos áreas.
La prueba de fuego que superó Charles Aránguiz
Otro punto importante tiene que ver con el desgaste, y como este punto, no ha sido tema para el Príncipe. En la interna de la U había incertidumbre respecto a esta racha de tres partidos en 9 días.
Aránguiz jugó el viernes y este martes estuvo presente durante todo el partido en cancha, sin señales de molestias o complicaciones. Ahora, se espera que nuevamente sea titular ante Coquimbo Unido el sábado.
El momento de Charles Aránguiz ilusiona a todos los hinchas laicos, y es que más allá de la expectativa natural que despertaba el regreso de un ídolo multicampeón con la camiseta universitaria, se ha transformado en figura de una campaña que ha vuelto a dibujar una sonrisa en los rostros de la familia azul.
