El argentino Miguel Ángel Russo es un DT respetado en el concierto sudamericano. Y cómo no, si el ex adiestrador de Universidad de Chile en 1996 cuenta con una vasta trayectoria y un palmarés con títulos de Primera División en Argentina (Boca Juniors, Vélez Sársfield y, el que está vigente, con Rosario Central), además de la Copa Libertadores con los Xeneizes en 2007.
En la U se le recuerda mucho. La campaña en la Libertadores de 1996 es una parada obligatoria en cualquier futbolero chileno, toda vez que los azules estuvieron muy cerca de tocar la gloria. Con un equipo de ensueño, que incluía entre otras leyendas a Marcelo Salas, Ronald Fuentes, Esteban Valencia, Luis Musrri, Sergio Vargas, Rodrigo Goldberg y Leonardo Rodríguez, el conjunto laico se codeó con lo más selecto del continente.
Pasó una primera fase del terror como segundo de grupo, en una serie con Corinthians, Botagofo y la UC; superó a Defensor Sporting y Barcelona de Guayaquil, en octavos y cuartos de final respectivamente, y solamente cedió ante River Plate, a la postre el campeón, en semis, luego de uno de los escándalos arbitrales más bullados de las últimas décadas.
Porque se puede argumentar que cualquier cosa podría haber pasado entre azules y Millonarios, pero el penal que el juez ecuatoriano Alfredo Rodas (”Robas”, como se le conoce en Chile) decidió no sancionar luego de que Germán Burgos le hiciera una clara infracción al Huevo Valencia, definitivamente fue clave.
River ganó 1-0, luego se proclamaría monarca de América al derrotar en la instancia decisiva a América de Cali, pero hasta los propios argentinos recuerdan que el penal no cobrado en el Monumental de Núñez había sido más grande que una casa.
Miguel Ángel Russo: “La U tenía un equipazo”
Russo estuvo apenas un año al mando de Universidad de Chile, pero su legado aún perdura. El técnico, en una entrevista a TyC Sports, fue consultado sobre su mayor frustración en el fútbol y su respuesta hizo traer a la palestra nuevamente ese memorable torneo.
“¿Mi mayor derrota en el fútbol? No haber ganado la Libertadores del 96 con la U. Me dolió muchísimo, porque era mi primera Copa Libertadores, con muy poca experiencia a nivel internacional y, digámoslo, Universidad de Chile tenía un equipazo bárbaro”, tiró.
Preciso y conciso. Para un entrenador tan galardonado como Miguel Ángel Russo, quien inició su carrera como técnico en 1989 y que a 35 años de ese hito sigue plenamente vigente, el dolor por el título que se le escabulló a la U sigue todavía muy vivo.