En los anales del fútbol chileno perdura una historia que, aunque breve, se ha convertido en un clásico del folclore futbolístico del país. Corría el año 1996 y la Universidad de Chile, recién coronada bicampeona después de una espera de 25 años, estaba en la cúspide de su gloria. Sin embargo, el fervor de la afición azul se vio eclipsado por la promesa de un fichaje espectacular anunciado por el presidente de la Corfuch, René Orozco: la llegada de un delantero “Campeón del Mundo”.
La expectación inundó los corazones de los seguidores. En una era donde la tecnología aún no reinaba y los secretos en los fichajes eran moneda corriente, la incógnita sobre quién sería el misterioso campeón del mundo generaba especulaciones y sueños.
Sin embargo, la realidad superó la fantasía cuando la Universidad de Chile anunció a su refuerzo estrella: Fabián Fernández, conocido como “El Pícaro”. Fernández, si bien formaba parte del Vélez Sársfield campeón del mundo en 1994, distaba mucho de ser el jugador estelar que la hinchada esperaba.
Su llegada desató un cataclismo en el equipo universitario. Mientras el plantel realizaba la pretemporada en Miami, el técnico Jorge Socías se vio sorprendido por la noticia. La contratación de Fernández fue impuesta por la dirigencia, lo que desencadenó en la renuncia del entrenador y un divorcio irreconciliable.
El desempeño de “El Pícaro” con la camiseta azul fue desastroso. Jugó apenas unos pocos partidos amistosos, destacándose por un tropezón memorable con el balón durante un encuentro contra Ferrocarril Oeste, que lo convirtió en objeto de burlas y en una figura inmortalizada en el anecdotario futbolístico chileno. Su paso por la Universidad de Chile duró escasos 22 días antes de su regreso a Argentina.
Tras su fugaz incursión en el fútbol chileno, Fernández continuó su carrera en clubes argentinos como Huracán de Corrientes, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, y Olimpo de Bahía Blanca, donde finalmente colgó los botines en 1999. Aunque se alejó del mundo del fútbol, en 2020 fue invitado a las celebraciones por los 25 años de la coronación mundial de Vélez Sársfield, donde se reencontró con antiguas glorias de la escuadra de Liniers.
¿En qué está el Picaro Fernández?
En la actualidad, Fabián Fernández reside en su ciudad natal, Coronel Suárez, donde trabaja en una empresa de seguros y se graduó como martillero y corredor público, aunque no ejerce esa profesión. Disfruta de su tiempo libre jugando al golf y junto a su esposa, quien se dedica a la docencia. Tiene dos hijos, uno kinesiólogo y otro estudiante de arquitectura.
A pesar de convertirse en un símbolo de los fracasos en el mercado de fichajes chileno, Fabián Fernández conserva con orgullo las medallas ganadas en la Copa Libertadores y la Intercontinental con Vélez Sársfield. Aunque su paso por Chile fue fugaz y decepcionante, su historia perdura como parte de la leyenda del fútbol chileno, recordándonos que en este deporte, los sueños a veces se desvanecen más rápido de lo que llegan.