Una de las necesidades de Universidad de Chile en este mercado de fichajes fue la contratación de un delantero centro. La gerencia deportiva comandada por Manuel Mayo, y el director técnico Gustavo Álvarez llegaron a la conclusión de que tenían que fichar sí o sí a un finalizador.
La falta de gol del equipo durante la temporada pasada fue clave en la decisión de traer a un atacante y pese a que el elegido era Rodrigo Holgado, el que terminó recalando en el Centro Deportivo Azul fue Luciano Pons, argentino proveniente de Independiente de Medellín.
El trasandino de 33 años se convirtió en la obsesión de Álvarez, quien desde primera instancia lo tenía como principal opción, pese a que desde la dirigencia todos los esfuerzos iban por Holgado. El ariete sumó 45 minutos en la victoria contra Universidad Católica y en la derrota contra Coquimbo Unido jugó todo el duelo, dejando buenas sensaciones pese a que no tuvo ninguna ocasión clara para convertir.
Los dichos de Luciano Pons sobre Alfredo Arias
Tras sus primeros minutos con la camiseta de la U, el ex Banfield dio a conocer en conversación con Emisora Bullanguera que Alfredo Arias, exdirector técnico de Universidad de Chile y quien fue su DT en el DIM, fue pieza clave en su llegada al fútbol chileno.
“Antes de venir yo había hablado con Alfredo (Arias), cuando ya había tomado la decisión. Él no estaba muy al tanto y le comenté el club al que iba”, comenzó diciendo, para posteriormente dar a conocer qué le aconsejó el estratega.
“Me dijo, sin pensarlo, que venga. Me habló maravillas del club, que aprovechara mi momento porque estaba en un gran nivel”, cerró el delantero, quien se perfila como titular para jugar este domingo 4 de febrero, a las 12:00 horas, ante Huachipato.
¿Cómo le fue a Alfredo Arias en la U?
Alfredo Arias llegó a Universidad de Chile en marzo de 2019 a reemplazar a Frank Darío Kudelka, quien fue cesado de sus funciones debido al pobre arranque de temporada. Sin embargo, la estadía de Arias no fue para nada buena y no pudo levantar al equipo, incluso lo sumergió en la parte baja de la tabla de posiciones.
Cinco meses después, y tras obtener solo un solo triunfo en 12 partidos jugados, la dirigencia de la U decidió sacarlo de su puesto.