Universidad de Chile pretende esta temporada reingresar a los primeros planos del Campeonato Nacional con una importante apuesta en el plantel dirigido por Gustavo Álvarez. Los azules han vivido años complicados en el plano deportivo y dirigencial, los cuales tienen a Azul Azul, la concesionaria a cargo de los destinos del club, en el ojo del huracán.
Pese al buen arranque en 2024, siguen surgiendo críticas para la mesa dirigencial liderada por Michael Clark. Y esta vez las palabras vienen de alguien que tiene espalda de sobra en la institución: Sergio Navarro, histórico capitán de Universidad de Chile.
Uno de los íconos del legendario equipo estudiantil criticó la falta de gratitud con los ídolos. “Yo era el único que invitaron (a la presentación de Marcelo Díaz), pero faltaron varios. Esa falta de reconocimiento es la que a mí me molesta, porque la U es grande por el Ballet Azul, el que nosotros empezamos el año 58″, cuestionó en conversación con Radio Cooperativa.
El exlateral extraña a la Casa de Estudios en el control de los destinos del club. “Echo de menos esos tiempos, porque aunque todo era más modesto, éramos reconocidos por nuestros esfuerzos, y dinero que entraba por cualquier cosa, no lo manejaba la U, sino que la Universidad”, enfatizó.
Los cuestionamientos directos a Azul Azul
Para Navarro, todo tiene que ver con la organización interna que tiene la U actualmente. “Si el club necesitaba plata, había que pedírsela al rector, y eso hacía que nosotros sintiéramos un profundo cariño y respeto por nuestros dirigentes”, admitió.
Quien también fuera capitán de La Roja en el Mundial del 62 dejó entrever que las intenciones de los actuales controladores del club es exclusivamente económica. “Antes los dirigentes, ante cualquier problema, ponían plata de sus propios bolsillos. No es como ahora, que yo creo que tienen dibujado en la espalda el signo peso”, aseguró.
Por último, apuntó al trabajo formativo que hacen en la institución. “Ya no salen figuras de envergadura, no se forman jugadores como antes, donde se les metía el club en el corazón y terminaban dando la vida por nuestro equipo”, concluyó.