Universidad de Chile regresó este martes a los entrenamientos con miras a la temporada 2024. Los azules cumplieron con una serie de mediciones y evaluaciones físicas de rutina antes de comenzar con la pretemporada que prepara el nuevo entrenador, Gustavo Álvarez.
La idea del nuevo DT de los azules es realizar un trabajo intenso durante las primeras dos semanas de trabajo, para de esta forma afinar al equipo en la parte física, pero también comenzar a ajustar la sincronía del plantel con la idea táctica que tiene el trasandino para el equipo.
En busca de ese objetivo, Álvarez ya tiene un importante escollo a la vista. El entrenador no contará con cuatro piezas importantes del plantel durante todo este periodo, pues Marcelo Morales, Lucas Assadi, Renato Cordero y Jeison Fuentealba estarán junto a La Roja sub-23 hasta febrero.
Este conflicto de calendario compromete bastante a ambas partes. Por un lado, Álvarez no puede ver en terreno a quienes son en este momento las cuatro principales promesas de la cantera de Universidad de Chile; mientras, por parte de los jugadores, perderán todo ese trabajo táctico con el entrenador que sí tendrán sus compañeros.
La intención del club es amortiguar lo máximo posible las dificultades que puede significar este conflicto inicial. Es por eso que generarán diversas instancias durante estas semanas para que el entrenador pueda conversar con los jugadores, explicarles el rol que tiene pensado para ellos y la idea que quiere implementar en el equipo. La efectividad de dichas reuniones será clave, ya que todos perfectamente pueden ser titulares en el ciclo de Álvarez en el club.
El antecedente de Mauricio Pellegrino
Esta situación no es para nada ajena para los juveniles de Universidad de Chile. Hace exactamente un año, el mismo grupo de jugadores (más Darío Osorio) viajó hasta Colombia para el Sudamericano sub-20. Con el torneo, se perdieron toda la pretemporada de Mauricio Pellegrino con el equipo.
El resultado fue negativo. Tras su retorno, Lucas Assadi y Darío Osorio nunca se sintieron del todo cómodos en el equipo, y por momentos, se les notó desacoplados con la idea de juego del entrenador trasandino, caso no muy distinto al que vivió Jeison Fuentealba, a quien le costó hacerse un lugar en el once.
Diferente fue la situación de Marcelo Morales y Renato Cordero. Ambos tras su llegada no fueron considerados por el entrenador como titulares, pero poco a poco se fueron ganando un lugar, para luego terminar el año como puntos altos del equipo.
El tiempo dirá si el ciclo de Álvarez se verá afectado con este nuevo conflicto en, el que además obliga a Universidad de Chile a buscar opciones en el plantel para los primeros partidos de pretemporada. De momento, los azules se medirán en el Bicentenario Francisco Sánchez Rumoroso ante Universidad Católica (27 de enero) y Coquimbo Unido (30 de enero).