La derrota ante Everton por parte de Universidad de Chile puede dejar más de una consecuencia en la escuadra estudiantil. El principal perdedor luego de la caída ante los viñamarinos es Mauricio Pellegrino, quien sentenció su paso por el Centro Deportivo Azul.
Es tan sensible la situación del entrenador que el próximo Clásico Universitario ante la UC podría ser su último partido con el buzo de entrenador de los estudiantiles. Según cuentas fuentes del club a En Cancha, un nuevo resultado negativo ante su rival más tradicional haría salir antes de tiempo al estratega, quien termina contrato el 31 de diciembre.
Más allá de eso, el proceso del argentino está sentenciado y es un hecho que pase lo que pase desde acá hasta fin de año, Mauricio Pellegrino dejará de ser el entrenador de Universidad de Chile como máximo a fin de año. Aunque gane todo lo que resta de torneo, incluido el clásico ante la UC de este fin de semana.
De hecho, el concepto que más se repite desde el entorno del cuerpo técnico y también desde La Cisterna es el cansancio. Las relaciones han sufrido un desgaste importante dentro de las últimas semanas, donde los resultados evidenciaron diferencias que son irreconciliables a esta altura.
El momento del quiebre
La principal razón de todo esto tiene que ver con el profundo distanciamiento entre la dirigencia y el estratega. Pese a que en un comienzo las relaciones eran normales, según declaran desde el CDA todo cambió tras el mercado de fichajes, periodo en el que Pellegrino quería potenciar el plantel y recibió sólo a Vicente Fernández (que no es ni siquiera opción para él) como refuerzo.
La salida de Darío Osorio ahondó aún más la crisis, sentenciando la confianza que había en un comienzo entre ambas partes. Ahora, todos en La Cisterna esperan terminar pronto con este ciclo, que aunque ha tenido menos sufrimiento que otros procesos, tampoco ha dejado los resultados que esperaban en Azul Azul.
Uno de los factores que permite a la U pensar en la opción de terminar este proceso antes de tiempo tiene que ver con el corto tiempo de contrato que le queda al entrenador, lo que hace factible el pago de la indemnización.
En la dirigencia hay quienes sostienen que están dispuestos a pagar lo que sea para desprenderse del entrenador. Su reemplazo en el cargo sería Sebastián Miranda en caso que lo antes mencionado se haga realidad.