La nostalgia y el deseo de volver a casa ha invadido a los hinchas de Universidad de Chile que por estos días han visto con nostalgia cómo el Estadio Nacional es el alma de Santiago 2023. Además, polémicas declaraciones han vuelto a provocar interrogantes sobre el retorno de los azules al lugar donde han ejercido tradicionalmente su localía.
Para dar con el inicio de este conflicto hay que remontarse hasta marzo de 2021, cuando con otra directiva en Universidad de Chile, el Estadio Nacional anunció su cierre provisorio (que sería por un par de meses) para completar las obras con miras a Santiago 2023. Desde ahí, y debido a los constantes retrasos, los azules solo han jugado un partido en el coliseo ñuñoino, deambulando por regiones con diferentes problemas de aforo y seguridad por los disturbios de sus hinchas.
Este año, por ejemplo, la U se anticipó a los dilemas con el Nacional, y llegó a un acuerdo con Unión Española para arrendar el Estadio Santa Laura por toda la temporada. De todos modos, hasta hace algunos meses existía la esperanza al interior de la concesionaria de terminar el año en Ñuñoa. Esta idea tomó fuerza fundamentalmente en el caso que la U se viera peleando el torneo en la última jornada, en la cual serán locales ante Ñublense.
Posteriormente, y producto del abrupto declive del equipo en la tabla de posiciones, esa idea se terminó descartando. Además, desde la administración del estadio aseguran que tras el fin de los Juegos Parapanamericanos hay torneos juveniles que se disputarán en el Nacional, por lo que la pronta apertura para el fútbol es improbable, más aún entendiendo que la cancha está rayada para otras disciplinas y su estado no es el óptimo ante tanta actividad atlética.
La U partiría el año sin estadio... otra vez
Ante este escenario, se estableció la fecha tentativa para un posible retorno de la U al Estadio Nacional en marzo de 2024. La administración del estadio, reconoció a En Cancha que durante enero y febrero se coordinará el proceso de entrega de los diferentes recintos del Parque Estadio Nacional a sus nuevos administradores, además de establecer los mecanismos de uso para la sociedad civil.
Eso también incluye a la U, aunque con un problema: en la fecha estimada el Campeonato Nacional 2024 ya debería haber arrancado varías semanas antes, por lo que serían varias las jornadas donde deberán buscarse nuevamente recinto para ejecutar la localía.
Eso también trae coletazos administrativos, ya que obligaría a la U a negociar un nuevo contrato con Unión Española por el Estadio Santa Laura, pero ahora por menos partidos, o bien volver a trasladarse hasta regiones por un par de cotejos. Otra opción es llegar a un acuerdo con la gerencia de competiciones para que las primeras fechas del venidero torneo Universidad de Chile las juegue en condición de visitante, mecanismo realizado varías veces en Europa con equipos que enfrentan modificaciones en sus estadios.
Pero ese no es el único problema que enfrenta la U ante las condiciones que ponen desde el IND, ya que los conciertos nuevamente generan un dolor de cabeza bastante complicado. Los universitarios ya saben que hay un par de eventos musicales reservados para el próximo año, lo que de alguna manera los condena a “cruzar los dedos y rezar” para que estos no se topen con algún partido de local programado para esa fecha.
Lo que es peor, es que si el calendario se aprieta lo más probable es que deban lidiar con una cancha en mal estado en varias ocasiones producto de este tema. Es decir, su suerte estaría condenada una vez más a los problemas que vayan surgiendo en el año, sin contar con la certeza de que el Estadio Nacional estará para ellos siempre que lo requieran.
La presión de Cecilia Pérez
A raíz de todo esto, la vicepresidenta de Azul Azul, Cecilia Pérez puso un poco de presión mediática sobre las autoridades para que se asegure que el Estadio Nacional será ocupado para el deporte, lo que desató una ola de reacciones a las que también se sumó incluso el actual ministro del deporte, Jaime Pizarro.
Actualmente, la situación se encuentra en punto muerto. Desde la administración del Estadio Nacional garantizan que el coliseo tendrá abierta sus puertas para Universidad de Chile, pero con una serie de condiciones que la dirigencia tendrá que aceptar. Por ejemplo, soportar que el estado de la cancha no sea el óptimo a raíz de los conciertos.
Otro de las limitaciones es que los partidos de Universidad de Chile se disputen después de la 18:00 horas. Esta decisión se debe a que con tantas instalaciones disponibles, la idea es que durante los fines de semana el Estadio Nacional reciba diferentes torneos deportivos en horas de la mañana. Por este motivo, para que no exista un “choque” de públicos, el fútbol se disputaría más tarde.
Todos estos temas se podrían resolver antes con reuniones entre los diferentes estamentos involucrados en la problemática, pero la realización de Santiago 2023 mantiene colmadas la agenda de las autoridades, por lo que todavía no existe una certeza sobre el plan de acción ante todos los dilemas que surgen alrededor del Estadio Nacional.
Este último punto también ha molestado a la dirigencia estudiantil, quienes ven cómo son postergados, lo que de alguna manera se reflejó en las declaraciones de la exministra. El calendario pronto comenzará a amenazar a un equipo que nuevamente sufre por culpa del estadio en el que jugarán durante la próxima temporada.