Por Universidad de Chile han pasado una larga lista de jugadores argentinos que han dejado huella en el equipo. Si hay una época en la que se podría situar la fiebre trasandina en el fútbol chileno fue en los 90, cuando una larga lista de jugadores con un buen currículum arribó a suelo nacional.
Una de las primeras cartas argentinas por las que apostó la U en esa época fue Pedro Massacessi, volante de creación surgido en Independiente, donde fue apuntado como uno de los sucesores de Ricardo Bochini en el Rojo.
Su paso por los azules tuvo buenas y malas. Por un lado, las continuas lesiones nunca le permitieron tener continuidad, y por consiguiente, mostrar un rendimiento que marcara diferencias en un equipo que por esos años tenía a Patricio Yáñez en su regreso a Primera División.
De todos modos y pese al ingrato rendimiento, Massacessi se ganó el cariño de los hinchas por su cercanía. De hecho, es recordado su apoyo por la, en ese entonces, emergente barra Los de Abajo, que estaba viviendo sus primeros días de vida.
Cuando terminó su vínculo con los universitarios, el jugador propuso rebajar su salario para permanecer en el club, propuesta que fue desestimada por la dirigencia. Posteriormente se marchó a México, donde se alzó como figura y campeón de Primera División con el Atlante.
La nueva vida Massacessi
Ahora, el exjugador se luce como coleccionista de autos en Miami, con un importante abanico de modelos de lujo de las marcas Ferrari, Porsche, Lamborghini, Mercedes-Benz, entre otros.
En conversación con La Tercera, aseguró que ”siempre me gustaron los autos, desde chiquito, ahí siempre mirábamos las carreras... siempre me gustaron las carreras, y a los 57 años y de acuerdo al estudio, a la economía que tengo, y proyectada a futuro me puedo dar el gusto”.
“Todo puede suceder, vos sabés cómo es esta vida, hoy te agarra -no sé- una pandemia, te agarra algo de eso y quedás dado vuelta, pero en este país es medio difícil... Es un país muy estable, acá no se gana mucho, pero siempre se gana constante”, aseguró.
Sobre su aprecio por los autos, el exfutbolista afirma que “me pude dar el lujo de poder disfrutarlos. La verdad, me encantan, es hermoso, y poder disfrutarlos. No los uso muchos, acá en Orlando... No es como Miami, que es un poco más lindo. Tenés un poquito más de salida, más de glamour, pero lo disfruto bastante, me llenan bastante, y aparte es una inversión, es un activo”, aclara.
Por último, lanzó un guiño a su pasado en la U. “La Ferrari la pedí azul, me encanta ese color; es la SF 90, la híbrida, tiene 1000 caballos de fuerza. El Lamborghini Huracán negro es de 2020″, concluyó.