Universidad de Chile sigue masticando la rabia tras no poder jugar contra Everton antes del receso por Santiago 2023. El elenco viñamarino no estuvo dispuesto a modificar el día del compromiso (sábado 7 de octubre), tal como intentó el local. ¿Por qué los azules querían jugar en la jornada dominical? Porque en la sabatina era “imposible” utilizar el Estadio Santa Laura: se debía hacer una potente inversión para funcionar con suministro de agua alterno.
Ante el corte del vital elemento en la comuna de Independencia, la Seremi de Salud de la Región Metropolitana arribó hasta el Estadio Santa Laura y comprobó que el recinto no tenía las condiciones para albergar el duelo entre Universidad de Chile y Everton. El agua disponible en los pozos podía abastecer aproximadamente a 300 personas -principalmente trabajadores-, lo que distaba de lo exigido por la autoridad ante los 16.000 asistentes que se esperaban para el compromiso.
Así lo confirmó el Seremi de Salud, Gonzalo Soto, en conversación con Radio ADN. “Verificamos las condiciones para dar un pronunciamiento ante un evento masivo. Se hizo una visita preventiva para identificar los riesgos sanitarios del partido, considerando que el aforo podía superar las 10.000 personas. El abastecimiento debe ser suficiente para los asistentes, pero también para los trabajadores”, comenzó diciendo sobre el partido entre la U y Everton.
“Si el partido se iba a realizar, tenían que estar las condiciones, como tener baños suficientes con agua. Cuando no está el agua disponible, la Delegación Presidencial es la que da la autorización final. El agua era suficiente para los trabajadores, cerca de 300. Sin embargo, para los asistentes debían contar con baños químicos u otros sistemas. Como esas condiciones no se podían dar, se determinó la suspensión”, complementó.
La U buscará jugar antes del Clásico Universitario
Luego de la suspensión del duelo por la negativa de Everton a jugar el domingo 8 de octubre, en Universidad de Chile aspiran a disputar el compromiso el martes 7 de noviembre. El equipo de Mauricio Pellegrino quiere llegar en forma al compromiso contra Universidad Católica (11 o 12 de noviembre) y por ello tienen la fecha mencionada en mente para la reprogramación, aunque ello deberá ser aceptado por los viñamarinos y la ANFP.
Antes de ello, Universidad de Chile se mantendrá entrenando en el Centro Deportivo Azul y espera cerrar tres amistosos en distintas regiones del país, en lo que parece ser un gesto de consuelo para los hinchas que han tenido que lidiar con las suspensiones por hechos de violencia. Los estudiantiles se preparan para afrontar la recta final del torneo, en la que esperan lograr su más importante anhelo: volver a competencias internacionales.