Universidad de Chile no jugará frente a Everton este sábado en Santa Laura. Luego de insistir en reiteradas ocasiones a las autoridades, los azules no recibieron el visto bueno para actuar en La Catedral de Independencia en la jornada sabatina, por el corte del suministro de agua que afectará a la comuna.
Con la suspensión del encuentro, la reprogramación sufre serios inconvenientes. En el corto plazo, no hay espacio en el calendario debido a la próxima fecha FIFA de La Roja y el inicio de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, que no permiten la realización de ningún evento masivo.
Frente a este panorama, lo más probable es que el partido se juegue en noviembre, cuando el torneo regrese a la actividad. En ese contexto, el duelo ante los Ruleteros se jugaría después del Clásico Universitario ante Universidad Católica, calendarizado para el próximo 12 de noviembre.
Este cambio produciría cambios importantes en el equipo de Mauricio Pellegrino. En primer lugar, no contaría con Leandro Fernández para el choque ante los Cruzados, ya que la suspensión por tarjetas amarillas que lo marginaba del encuentro con Everton deberá cumplirla en el próximo partido que disputen los universitarios.
En caso contrario, con el cambio de programación, Nicolás Guerra podrá estar frente a Universidad Católica, partido que en un principio se perdía ya que la sanción por acumulación de tarjetas amarillas se cumple en la fecha subsiguiente.
Una pausa en el peor momento
Otro factor negativo que tiene la suspensión del duelo ante Everton es que dejará a Universidad de Chile casi por seis semanas sin actividad oficial, pausa que viene justo después de que los dirigidos por Mauricio Pellegrino retornaran a los triunfos luego de ocho fechas.
Ahora, Universidad de Chile seguramente buscará partidos amistosos a puertas cerradas para no perder la competencia. En el retorno, los universitarios se jugarán su objetivo del año de clasificar a copas internacionales para la próxima temporada.