Club Universidad de Chile consiguió un revitalizador triunfo en el Clásico Universitario ante Universidad Católica por 3 a 0 que lo metió de lleno en la lucha por el título del Campeonato Nacional. Los azules venían de una semana complicada, y la victoria ante uno de sus rivales más tradicionales permite un cambio de aires de cara a la segunda rueda.
Los tres puntos también le entregan un espaldarazo importante en el cargo al entrenador laico Mauricio Pellegrino, quien la semana pasada y tras la eliminación de Copa Chile ante O’Higgins recibió las primeras críticas importantes desde que llegó a la institución.
En los últimos días también se instaló la duda sobre la renovación del entrenador, debido a que tiene vínculo contractual hasta fines de año, y por el momento no hay novedades de una prolongación, lo que abre la incógnita respecto a la continuidad del “Flaco”.
Lo cierto es que todavía no hay conversaciones en Universidad de Chile con el entrenador, es más, el plazo estimado para sentarse a conversar sobre el proyecto 2024 es en septiembre y antes de eso es muy difícil que Pellegrino y los azules lleguen a un acuerdo.
La tardanza tiene que ver con una estrategia impuesta por los estudiantiles al momento de concretar la llegada de Pellegrino y acordar el plazo del contrato: los laicos quieren ofrecerle una renovación al estratega en un momento donde tengan claro el rendimiento del equipo.
Esta decisión tiene estricta relación con las malas experiencias que ha pasado el club con extensiones muy prolongadas, o antes de tiempo. Lo principal es que quieren tener claro el rendimiento del equipo y tener claro que, finalmente, Pellegrino es el idóneo para comandar el proyecto a largo plazo que buscan como dirigencia.
El fantasma de Ángel Guillermo Hoyos
Uno de los antecedentes clave tiene que ver con Ángel Guillermo Hoyos. El entrenador que comandó el último campeonato universitario renovó su contrato a mediados de 2017, justo después de coronarse, hasta 2019. El plan con Hoyos salió mal, y tras ser despedido un año después de la renovación, en 2018, su finiquito millonario recién se terminó de pagar en diciembre de 2021.
Las tortuosas cuotas de Hoyos dejaron heridas en la U que costaron cicatrizar. De todos modos, en años posteriores el club volvió a cometer el mismo error de renovar a su entrenador sin darle mucho tiempo para demostrar su valía.
Por ejemplo, en 2019 y tras tomar el “fierro caliente” en puestos de descenso, Hernán Caputto fue confirmado un año más por la dirigencia azul. La operación nuevamente salió mal, y el exarquero terminó saliendo diez meses tras la renovación de contrato.
El último registro tiene como protagonista a Esteban Valencia, que logró darle como entrenador interino una cara positiva al club, lo que le permitió extender su estadía hasta fin de temporada. Pero el dramático tramo final de la campaña 2021 tuvo como víctima al Huevito, que no terminó en la banca un torneo en el que casi se desciende por segunda vez a Primera B.
Es por estas razones que la continuidad de Mauricio Pellegrino no será analizada por la dirigencia al menos hasta septiembre, donde se tomará una decisión final sobre la gestión del entrenador, quien por ahora tiene un balance más positivo que negativo en el Centro Deportivo Azul, pero que todavía debe reunir más méritos para seguir en La Cisterna.
