El 23 de octubre de 2015 un Estadio Sausalito colmado veía cómo el equipo de Miguel Ponce era eliminado en fase de grupos del Mundial Sub-17 con el parcial empate 1-1 ante la selección de Estados Unidos, que tenía como figura a Christian Pulisic. En ese momento fue que apareció Gabriel Mazuela, delantero de Universidad de Chile que firmó el triunfo y la clasificación a los octavos de final como figura del partido.
Ese día será difícil de olvidar para el delantero que por ese entonces era la mayor promesa de la cantera de los laicos. En 2018, a los 18 años, la U apostó por darle minutos en el profesionalismo y lo cedió a préstamo a Cobreloa. La experiencia no fue buena, ya que un corte de ligamentos lo mantuvo fuera de las canchas un año.
En 2019 volvió y en la juvenil azul anotó un par de goles, hasta que las lesiones volvieron a aparecer con una fractura de tobillo y de peroné. El retorno se preveeía para el 2020, pero la pandemia y su edad no le beneficiaban. Tenía dos opciones: comenzar desde abajo e ir a categorías menores o abandonar el sueño del fútbol e iniciar una carrera universitaria. Optó por la segunda.
Tras años dedicado al fútbol ingresó a la carrera de Ingenieria Comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez. Allí ahora destaca en la selección universitaria donde se enfrenta a otras escuelas en un sistema de liga.
“Ya tenía 21 años y un par de lesiones graves en la misma pierna, entonces dije: ‘Mejor voy por los estudios, es algo más seguro’. Al final, sentí que mi llamita se iba apagando y pensé que era mejor dejarle ese espacio a otra gente”, declaró el exdelantero a AS Chile hace unos meses.
La colonia de azules en Ingeniería Comercial
Pero Mazuela no es el único exazul que decidió colgar los botines y desempolvar los libros. Alessandro Rizzoli es compañero de ataque de Mazuela, al igual que hace unos años en el Centro Deportivo Azul, cuando ambos esperanzaban en la ofensiva.
La carrera de Rizzoli fue distinta a la de Mazuela. La U lo contactó cuando empezó a llamar la atención en Deportes La Serena, y tras ello se incorporó a las juveniles del club hasta que los azules optaron por mandarlo a préstamo nuevamente a tierras papayeras.
En La Serena vio minutos en Primera B en 2019, tras ascender a Primera División en las temporadas 2020 y 2021, llegando a disputar 24 partidos en la categoría de honor. En 2022 quería minutos y llegó a Rodelindo Román a disputar la campaña 2022 de Segunda División.
Al igual que Mazuela, eligió comenzar de nuevo, y escogió coincidentemente la misma carrera que su excompañero en la U para iniciar sus estudios académicos en la Universidad Adolfo Ibáñez.
En dicha institución pueden decir que tienen a más de un ex Universidad de Chile, ya que como si fuera poco, no solo Rizzoli y Mazuela pasaron por la U, sino que también Matías Salvo, jugador que militó en Magallanes y estuvo en las inferiores azules hasta el año 2018, donde, siguiendo el camino de sus compañeros, optó por una carrera universitaria.