Club Universidad de Chile sorprendió a todos en marzo de 2017, al fichar a un prometedor jugador que, en ese entonces, tenía 16 años de edad: el chileno-sueco Anton Guerrero. El volante mixto aterrizó en el Centro Deportivo Azul, luego de que Francisco Meneghini, captador del club de la época, lo viera en el proyecto Sangre Chilena FC.
No obstante, en su primera etapa en Chile, el futbolista no pudo debutar con la camiseta azul; ni en las divisiones inferiores ni el primer equipo. ¿El motivo? Un impedimento de la FIFA. El ente rector del fútbol mundial prohibió el fichaje del jugador en la U, debido a que en ese entonces no permitía transferencias de menores de edad entre clubes internacionales.
Tras estar meses sin jugar, los laicos, en conjunto con la representación del mediocampista, decidieron mandarlo a préstamo al Skene IF de Suecia. Una vez que cumplió los 18 años, volvió al país y al cuadro azul, para sumarse a los trabajos de la Sub-19 que dirigía Luis Musrri.
Finalmente, Guerrero debutó en la Proyección de los azules, pero alcanzó a disputar una cantidad ínfima de compromisos, ya que estuvo un año sin jugar debido a que su pase nunca llegó a La Cisterna. La difícil situación motivó al jugador a regresar para siempre a tierras suecas, pese a que en algún momento estuvo en la órbita de La Roja Sub-20.
Guerrero juega en la tercera división de Suecia
Tras su traumático paso por Universidad de Chile, Anton Guerrero volvió al Skene IF, club en el que juega en la actualidad, pero alejado del fútbol profesional, ya que su escuadra disputa la tercera división de Suecia, categoría ameteur del fútbol de ese país.
Incluso, en una entrevista realizada hace algunos meses en AS Chile, el jugador confesó que trabajaba en una empresa que reparte paquetes, llevando una vida normal y alejado de las bondades que genera ser un futbolista profesional.
El chileno-sueco, captado por “Paqui” Meneghini, ahora entrenador de Everton de Viña del Mar, fue uno de los tantos casos de jugadores que aterrizaron al Centro Deportivo Azul que no tuvieron la oportunidad en el primer equipo y que partieron sin pena ni gloria.