Universidad de Chile volvió a sumar de a tres ante Everton en Viña del Mar y ratificó que este torneo pretende manterse entre los puestos de la parte alta. Luego de años consecutivos peleando el descenso, los azules han encontrado estabilidad durante esta primera parte de la campaña.
Uno de los ejes clave de este año, en comparación a temporadas anteriores, es Mauricio Pellegrino. El argentino fue el elegido en Azul Azul para darle confianza a un camarín que llevaba años golpeado, y que, fiel a su pragmático estilo, ha logrado llevar al equipo devuelta a los primeros puestos.
Una de las medidas más exitosas de Pellegrino tiene que ver con su férrea confianza a sus 11 titulares. En la fecha 6, luego de una importante victoria ante Curicó de visita, el trasandino se encontró con el equipo. Desde entonces, ha mantenido ese equipo de forma estricta, con las excepciones de las siempre tormentosas lesiones o expulsiones.
Esa seguridad depositada en sus jugadores, más allá de un nivel colectivo, le ha permitido darle estabilidad a un equipo que hace años la venía pidiendo a gritos. Más allá de los reparos normales de los hinchas con algunos de los escogidos por Pellegrino, el hecho de tener una formación “de memoria” le permite a los jugadores e hinchas una tranquilidad que hace rato no tenían.
Defensa sólida en la U
La tranquilidad hablada también tiene que ver con la solidez mostrada en la defensa. La decisión del entrenador de formar el equipo desde atrás le ha permitido al elenco azul posicionarse como una de las mejores defensas del Campeonato. Y es que los números no mienten: los azules son el equipo que menos goles ha recibido este año junto a Unión Española.
Nuevamente, la diferencia con años anteriores es brutal, sobre todo en esta materia. En 2022, la defensa era la gran cuenta pendiente de los universitarios, y en 30 partidos recibieron 50 goles (tercera peor defensa). Ahora, con Zaldivia, Casanova y Domínguez como estandartes, han recibido 10 en 11 fechas, dejando además la valla en cero en cuatro jornadas.
Confianza: factor clave
Si hay una palabra que describe los primeros cuatro meses de Pellegrino en la U es la confianza. El entrenador le ha dado respaldo a los jugadores en momentos claves, como en el caso de Leandro Fernández luego de su accidente en Argentina. Ahora, y luego de disculparse en numerosas ocasiones ante su entrenador y compañeros, el delantero se luce como la figura ofensiva azul.
Otro que ha aprovechado la confianza del entrenador es Lucas Assadi. El mediapunta comenzó desde abajo el proceso con el entrenador, quien públicamente reconoció que al jugador le faltaba sacrificio en la marca para ser titular y ver más tiempo de juego.
El de La Florida esperó pacientemente una oportunidad, hasta que la obtuvo luego de la lesión de Darío Osorio. Desde ahí se transformó en factor clave, y hasta ha encontrado una faceta que parecía no tener su juego: el gol. Tres goles en sus últimos tres partidos lo convierten en un jugador fundamental en el ciclo del transandino en la U.
Ahora, el equipo se prepara para su siguiente desafío, que puede ser fundamental para las aspiraciones del equipo: el Clásico Universitario frente a la UC. El choque ante su rival estudiantil podrá definir si los laicos están realmente para pelear en la parte alta y seguir entusiasmando a la gente con Mauricio Pellegrino a la cabeza.