El 2014 fue un año clave para la carrera de Sebastián Miranda. El experimentado defensor con pasos por la MLS y Austria, finalizaba su carrera en el club con el que siempre se identificó: Unión Española. Al mismo tiempo, asumía su primer desafío fuera de las canchas. Hoy, tras ocho años y un largo recorrido entre las sombras, vive un dulce momento.
Miranda siempre tuvo claro que quería seguir cerca del fútbol, así lo reconoció tras despedirse del deporte como jugador. Es así como su primer desafío tras el retiro fue en el mismo equipo que vio nacer y finalizar su carrera como futbolista. El otrora defensor central asumió un importante proyecto como director de las escuelas de fútbol de los rojos de Independencia, adquiriendo experiencia para lo que sería su próximo objetivo: la dirección técnica.
Tras una serie de capacitaciones y cursos, obtuvo el título de entrenador, hasta que en 2016, llegó el llamado de un viejo conocido que comenzó a cimentar su camino en la banca. Nicolás Córdova, exfutbolista y uno de los amigos que le dio el fútbol, se contactó con él para ofrecerle la posibilidad de ser su ayudante técnico en Palestino. El exjugador de Colo Colo también venía comenzando su camino y tras dejar La Roja sub-20, tomaba su primer equipo adulto.
Un comienzo de dulce y agraz junto a Nicolás Córdova: Un título, descenso y fracaso en Perú
Miranda aceptó, y así comenzó un camino al lado de Córdova donde por momentos lograron importantes triunfos que los llevaron a tener una significativa campaña en los árabes, peleando los cinco primeros puestos, y además con una histórica campaña en Copa Sudamericana, donde fueron eliminados en cuartos de final por San Lorenzo, dejando en el camino a ni más ni menos que al Flamengo.
Posterior a la etapa en Palestino, el cuerpo técnico tomó la misión de salvar a Santiago Wanderers del descenso. En los "Caturros" nunca lograron encontrar el rumbo, y pese a conseguir la Copa Chile del 2017, no pudieron evitar que el equipo cayera a la Primera B. Ya en la categoría de plata del fútbol nacional, los resultados tampoco llegaron y fueron despedidos.
Es en este momento, donde la carrera de Miranda atravesó los momentos más difíciles como ayudante técnico. La dupla con Córdova llegó a Universitario de Perú. Sin embargo, el periodo en tierras incaicas siguió sin dar resultados, además, la relación entre ambos ya se comenzó a desgastar, por lo que tras ser despedidos en Perú, optaron por separar sus caminos tras tres años juntos en 2019.
El duro golpe que la pandemia le dio a Sebastián Miranda y el poco mediático arribo a la U
Tras la separación con Córdova, Miranda no encontró el rumbo. El Estallido Social y la pandemia le impidieron encontrar un lugar para seguir desarrollándose, hasta que en noviembre de 2020 llegó el llamado de Juan Pinto Durán, esta vez era Patricio Ormazábal, excompañero en Universidad Católica, el que quería contar con él en su equipo técnico con miras al Sudamericano Sub-20 de 2023.
En La Roja sub-20 no duró mucho, ya que meses más tarde arribaría al Centro Deportivo Azul. Universidad de Chile buscaba sus servicios para hacerse cargo de la serie sub-21, esto tras la confirmación de Esteban Valencia como entrenador del primer equipo.
En 2022, y tras el retorno de Valencia a las sub-21, Miranda fue relegado a la sub-17, donde trabajó un par de meses hasta que le tocó tomar su primer interinato tras la salida de Santiago Escobar, en lo que además significaba tomar el mando de un equipo adulto por primera vez en su carrera. Luego, la historia es conocida, el exdefensa encantó a todos en La Cisterna, y ahora le devolvió la ilusión a fanáticos y jugadores de volver a pelear títulos como antaño.
El estratega no oculta sus deseos de dejar escrito su nombre con letras doradas en el club. "Lo más importante es dejar a la U en lo más alto posible. Sueño que este año termine en algo impensado. De apoco vamos escalando. Mi objetivo es ir partido a partido", aseguró el pasado jueves tras vencer a la UC.
Su primer desafío importante, de cara al título de la Copa Chile, será precisamente ante Unión Española, el equipo que lo vio nacer futbolísticamente y que le entregó las primeras herramientas tras el retiro. El camino lo volverá a encontrar con Santa Laura, en lo que puede ser el triunfo más importante de su carrera, además del logro definitivo para comenzar de una vez por todas su carrera como entrenador principal de un equipo adulto.