Podría definirse como el Clásico Universitario más largo de la historia. La Universidad Católica y la Universidad de Chile aún no pueden finalizar un partido que comenzó el 28 de septiembre, y que tuvo que ser suspendido porque un forofo de los "Cruzados" lanzó un petardo que dejó imposibilitado de continuar jugando a Martín Parra.
Y luego de mil idas y vueltas, el partido entre ambas universidades ya tiene sede: será en el Teniente de Rancagua, el mismo recinto que le había bajado el pulgar a los precordilleranos en horas de esta tarde, pero que, extrañamente -según piensan en la U- finalmente le prestará su casa a los dirigidos de Ariel Holan.
De acuerdo a información que maneja En Cancha, en el CDA están convencidos que desde la ANFP se le lanzó un salvavidas al todavía tetracampeón vigente del fútbol chileno, y las sospechas radican en el hecho de que los tiempos no calzan. En resumen, del lado azul no comprenden cómo se le negó un recinto a los "Cruzados" y luego, horas más tarde, se lo ceden como si nada.
El mismo estadio que le negaron a la UC
Las dudas se acentúan aún más en la U si se analiza que la solución a todo este entuerto no fue un estadio nuevo, sino que el mismo que se había designado en un principio, es decir, según piensan en el conjunto laico, sí o sí hubo una gestión externa para evitar que los "Cruzados" pierdan el duelo 3-0 por secretaría.
El alegato de la institución que maneja Michael Clark se fundamentaba en las 48 horas que necesitan como club para planificar todo su traslado. Si eso no se cumplía, la intención era hacer valer las bases de la Copa Chile y eliminar a la UC por no tener estadio, y por lo mismo enviaron una carta a la ANFP a modo de hacerles saber su preocupación y también su malestar.
En definitiva, todo se resolverá en cancha a partir de este jueves en El Teniente, a contar de las 19:00 horas, cuando comience a rodar la pelota para jugarse los más de 80 minutos que restan de este controvertido y bullado clásico.