Hasta hace quince años, nadie fuera de Ecuador sabía qué era Independiente del Valle, un modesto club que se debatía siempre en las divisiones más bajas del país. Sin embargo, de la noche a la mañana "Los Rayados" no solo se convirtieron en animadores a nivel local, sino que alcanzaron la gloria en las principales competencias de Sudamérica. El gran responsable: Luis Roggiero, su gerente deportivo y quien será desde diciembre el encargado de todas las grandes decisiones futbolísticas de la U.
Ese carácter de animador a nivel internacional será justamente una de las grandes misiones del ecuatoriano una vez tome el cargo, intentando replicar el enorme éxito continental que consiguió en Independiente del Valle, que bajo su gestión llegó a la final de la Copa Libertadores 2016 -eliminado a River Plate y Boca Juniors en el camino- y ganó la Copa Sudamericana 2019.
¿Su receta? Potenciar mucho las divisiones inferiores para que generen jugadores capaces de aportarle al primer equipo, y elegir con mucha dedicación a jugadores puntuales desde el medio local y el extranjero, sin desembolsar grandes sumas de dinero.
Casi la mitad de canteranos
En la exitosa campaña de la Libertadores 2016, el "equipo ideal" de Independiente del Valle tenía a casi la mitad de sus titulares regulares surgidos desde las divisiones inferiores y, salvo por el experimentado arquero Librado Azcona, todos los otros jugadores estelares llegaron bajo su gestión.
Así, a los canteranos Luis Caicedo, Jefferson Orejuela, Julio Angulo, Junior Sornoza, Bryan Cabezas y José Angulo, se sumaron desde el medio interno al defensa Arturo Mina (desde el Macará) y el mediapunta Julio Angulo (Deportivo Cuenca), ambos de muy bajo cartel antes de ser firmados.
Y desde el extranjero, los uruguayos Christian Núñez (Nacional) y Mario Rizotto (River Plate de Montevideo) y el argentino Emiliano Tellechea (Defensa y Justicia), quienes alcanzaron por lejos su máximo rendimiento en el club.
La misma formula exitosa
Algo similar se produjo en la gran conquista de Independiente del Valle hasta la fecha: la Sudamericana 2019, donde vencieron en la final a Colón de Santa Fe de Argentina. Una conquista que, de hecho, tuvo tinte azul, ya que contó como goleador y figura al panameño Gabriel Torres, quien llegó esa temporada a préstamo desde la U.
Un jugador que sacó chapa de figura internacional al igual que los otros foráneos a los que trajo Roggiero, como los argentinos Ricardo Schunke (que estaba en Ecuador en Deportivo Cuenca) y Cristian Pellerano (descartado por Racing de Avellaneda) y el colombiano Cristian Dájome, quien justamente había sido uno de los verdugos en la final de la Libertadores 2016.
Y el nuevo gerente general azul una vez más mostró un ojo clínico, al elegir piezas claves en el mercado interno, como el arquero Jorge Pinos (de Técnico Universitario), Luis Sergovia (El Nacional) y Efrén Mera (Delfín). ¿Canteranos? Cuatro fueron titulares en el histórico logro: Fernando León, Anthony Landazuri, Alan Franco y Jhon Sánchez.
Esa será la fórmula que en la U esperan Roggiero pueda replicar, con un énfasis en la división inferior y mucha inteligencia a la hora de fichar. A fin de cuentas, el ecuatoriano ya sabe cómo conseguir grandes éxitos con ese esquema.
