Su préstamo termina en junio y en la U no harán uso de la opción de compra. Se trata del uruguayo Cristián Barros, una de las apuestas más interesantes que ha llegado al club en los últimos años, pero que en siete meses apenas ha disputado 120 minutos en el primer equipo. ¿La razón': simple, jamás convenció a Rafael Dudamel pese a tener evidentes condiciones para algún día ser un crack.
Peor para Barros, el club dueño de su carta, Defensor Sporting, acaba de descender a Segunda División, por lo que tampoco están muy interesados en que regrese, intentando enviarlo a préstamo nuevamente para tratar de sacar algún rédito económico. Pero en la U, a menos que los nuevos dueños del club que llegarán a fin de mes opinen lo contrario, el charrúa no seguirá. Difícil, considerando que el plan es traer uno o dos refuerzos de categoría.
120 minutos en siete meses
Cristián Barros fue uno de los tres fichajes que hizo la U para la segunda ronda del torneo nacional pasado, cuando necesitaba puntos desesperadamente para zafarse del descenso. Y "Pipo", como le decían en su país, llamó la atención inmediatamente en las prácticas por su velocidad y habilidad. Con apenas 20 años, demostraba "la típica personalidad del uruguayo canchero", como comentaban en el club en ese momento.
Mejor, como un puntero nato podía calzar perfectamente en el esquema del por entonces recién llegado Rafael Dudamel, quien dejó claro desde el comienzo que un ataque con dos delanteros por las bandas era su dibujo táctico preferido. El pasado del venezolano como técnico en divisiones inferiores también parecía jugarle a favor, ya que se suponía era alguien que le daría oportunidades a los jóvenes.
Pero no, si algo no tuvo Barrios en la U fueron oportunidades. Pese a mostrar bastantes condiciones en los pocos ratos en que jugaba, cerró la campaña anterior con apenas siete partidos y 120 minutos de acción, y en el actual torneo no ha jugado nada. De hecho, ni siquiera ha ido a la banca una sola vez.
El problema de su situación contractual
En la U explican que la razón es simple: para Dudamel, el uruguayo aun está demasiado "verde". Por eso, en su momento prefería usar como punteros a Ángelo Henríquez y Nicolás Guerra, quienes no sienten el puesto, y con las llegadas de Thomas Rodríguez y Nahuel Luján, sencillamente se quedó sin espacio en el plantel.
Pero no todo es culpa del técnico. Barrios fue inscrito en los registros de la ANFP como "juvenil", para así liberar un cupo de extranjero (la misma fórmula que luego usó Colo Colo con Pablo Solari). Pero al momento de ser citado se "transforma" en jugador foráneo, lo que le juega en contra porque Dudamel prefiere optar por los más avezados... y tampoco suma minutos como Sub 21 en la estadística.
Para más mala suerte, estuvo entre las bajas durante el brote masivo por Covid que afectó a la U durante la serie previa por Copa Libertadores ante San Lorenzo, por lo que tampoco pudo aprovechar esa oportunidad para mostrarse como otros jóvenes azules, como un Marcelo Morales que ahora es titular fijo como lateral izquierdo.
Mientras, Barrios sigue entrenando, muchas veces con la reserva y si bien no se le ha comunicado nada oficialmente, ya tiene asumido que sus días están contados.
Hasta el día de hoy, los pocos hinchas que se siguen acordando de él coinciden en que parecía tener muchas condiciones, lo mismo que comentan desde el CDA quienes lo ven entrenar a diario. Y probablemente tendrá un gran futuro, pero no en la U.
