En Universidad de Chile festejaron la confirmación del fixture de este torneo nacional 2021. No hubo champaña o fuegos artificiales, pero tras una de sus semanas más complicadas del último tiempo, con un brote casi descontrolado de Covid en el plantel y una eliminación en Copa Libertadores, los azules sacaron cuentas alegres.
En la U, básicamente, recibieron la noticia que más necesitaban: que su estreno en el campeonato se retrasará una semana, ya que quedaron libres en la primera fecha y recién debutarán el fin de semana del 4 de abril, como locales ante Huachipato en el Estadio Nacional.
¿Por qué tan buena? Porque de no mediar complicaciones imprevistas, para entonces Rafael Dudamel ya debiera tener absolutamente a todos sus jugadores de vuelta, incluso los lesionados.
De hecho, ayer ya se integraron a los trabajos los tres primeros que habían quedado fuera de batalla en la serie ante San Lorenzo por Copa Libertadores, y en siete días más debiera sumarse el resto de los afectados. De no haber quedado libre en la primera fecha, probablemente la U habría tenido entre 7 y 8 bajas para el choque contra los "Acereros".
Según informan desde el CDA, todos los afectados se encuentran en buen estado de salud. Algunos con síntomas más intensos que otros, pero no debieran tener secuelas y solo necesitarán un par de jornadas para ponerse a punto físicamente.
Además, el retraso en su estreno también permitirá que los tres jugadores que estaban con otro tipo de problemas físicos también debieran estar al 100% para el puntapié inicial: Pablo Aránguiz, quien incluso alcanzó a ver algunos minutos ante San Lorenzo, Ramón Arias, con una lesión en la mano, y Luis del Pino. Los dos primeros son titulares inamovibles en el "equipo ideal" de Dudamel para esta campaña, mientras que el venezolano debiera ser el lateral izquierdo estelar ahora que se ha descartado la contratación de un carrilero.
