Universidad de Chile recibió un portazo de la Conmebol, luego de que solicitara aplazar el partido de vuelta por Copa Libertadores ante San Lorenzo de Almagro debido a la gran cantidad de bajas que presentarán los azules producto del brote de Covid, decisión que abrió la incógnita de por qué no se tomó la misma medida en el duelo de ida entre Coquimbo Unido y Defensa Justicia por las semifinales de la última Copa Sudamericana.
La respuesta del ente rector del fútbol sudamericano es bien clara. "Esa vez fue la autoridad sanitaria local la que prohibió jugar, no la Confederación", señalaron desde el organismo al diario El Mercurio.
Efectivamente, en la llave jugada en enero pasado fue el Ministerio de Salud de Chile el que obligó a los jugadores argentinos a quedarse en el hotel de concentración en Santiago para hacer una cuarentena preventiva hasta tener los resultados PCR de todo el plantel, luego de que tres integrantes dieran positivo.
Debido, a ello, el "Halcón de Varela" quedó imposibilitado de entrenar en suelo chileno antes de medirse contra los "Piratas" y posiblemente quedando sin oportunidad de desplazarse al Estadio Nacional, donde se jugaría el partido, por ello, la Conmebol tomó la determinación de suspender aquel partido, el cual se terminó jugando en Asunción, Paraguay.
La U recién viajará esta jornada hasta Buenos Aires para jugar mañana contra San Lorenzo y deberán hacerse exámenes PCR al llegar a suelo argentino, los que determinarán a los jugadores que estarán disponibles para enfrentar a los trasandinos en la revancha de Copa Libertadores, donde los azules necesitan un triunfo o empatar por dos goles o más para avanzar de ronda.