La Universidad Católica no pudo cerrar la temporada de buena manera. Los Cruzados buscaban clasificar a la Copa Libertadores como terceros en el Campeonato Nacional, pero remataron quintos y solo consiguieron el boleto a la Copa Sudamericana.
Por eso, la tarea en San Carlos de Apoquindo es volver a apuntar alto para 2025, ojalá peleando el torneo y, obviamente, con el objetivo de llegar lo más lejos que se pueda en el concierto internacional. En ese sentido, ya hay un ítem al que en Las Condes pondrán especial cuidado en el próximo mercado de fichajes: la duración de los contratos de quienes arriben a la precordillera.
La principal razón es evitar rescisiones de vínculos laborales inesperadas, como sucedió con tres futbolistas argentinos en el último tiempo: Franco Di Santo, Lucas Menossi y Joaquín Torres. Si bien este último estaba a préstamo e interrumpió su contrato porque no era considerado por Tiago Nunes, los otros dos “dejaron pagando” a la UC.
Rescisiones de contrato anticipadas en la UC
El delantero, por ejemplo, llegó a principios de 2023 y estampó su firma hasta finales de este año. Sin embargo, a los 12 meses se concretó su rescisión, debido a que ni él ni el club estaban satisfechos. Hoy, está como agente libre, luego de salir de Independiente Rivadavia.
Lo de Menossi, en tanto, fue aún más inesperado. El volante trasandino fue anunciado con bombos y platillos el 13 de enero en la precordillera y el 17 de junio firmó su rescisión esgrimiendo problemas personales. Al mes siguiente, en agosto, lo presentaron en Belgrano de Córdoba, algo que dejó Plop a los Cruzados.
Por esto, en la gerencia deportiva de la Universidad Católica pondrán atención a la duración de los contratos de los jugadores que arriben a San Carlos pensando en la próxima temporada, todo con el fin de que el plantel no se despotencie en plena competencia.