Un regreso a casa: la sorpresiva visita que tuvo Universidad Católica

El defensor del Watford Francisco Sierralta aprovechó su estadía en nuestro país para visitar y entrenar junto a la cantera de la Universidad Católica.

Universidad Católica recibió a un viejo conocido en San Carlos. Fotos: Agencia Aton (FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT/FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT)

Muchas figuras de La Roja han retornado a nuestro país para unirse a la concentración de cara al amistoso del 11 de junio que jugará la selección nacional contra Paraguay. Uno que esta en la prenómina para Copa América no para el duelo ante los guaraníes es Francisco Sierralta, defensor central que milita en el Watford de la Segunda División de Inglaterra.

Sierralta fue formado por el elenco Cruzado, por lo que aprovechó de visitar su casa futbolística para entrenar junto a los cadetes del club en San Carlos de Apoquindo.

¿Otro regreso para la Universidad Católica?

La visita llega en un momento clave, pues falta muy poco para que se abra el mercado de pases de invierno y los hinchas de la Universidad Católica le están pidiendo al club refuerzos en la zona defensiva para poder pelear los primeros puestos del Campeonato Nacional.

Francisco Sierralta entrenando con los cadetes de la UC. Foto: Universidad Católica.
Francisco Sierralta entrenando con los cadetes de la UC. Foto: Universidad Católica.

Además, Sierralta llega justo cuando se está rumoreando que la Universidad Católica está haciendo esfuerzos para traer de regreso al defensor central Valber Huerta que actualmente milita en el Toluca, pero que no ha tenido continuidad debido a una lesión.

Según lo informado por En Cancha el club está pensando en traer al defensor central chileno mediante un préstamo de un año, con una opción de compra, algo que desde el Toluca no ven con malos ojos, por lo que los Cruzados podrían tener otro regreso dentro de poco.

Obviamente la situación de Sierralta es distinta y no asoma como opción de refuerzo para el segundo semestre, pero de todas formas los hinchas Cruzados aprovecharon de ilusionarse con su aparición por las canchas de práctica de San Carlos de Apoquindo.