Más allá de que el dolor en Universidad Católica hoy está puesto en la eliminación en Copa Sudamericana, los problemas del cuadro precordillerano no solo se extienden a ello, sino que la falta de un tono futbolístico es lo que preocupa a los fanáticos, que ya lamentaron una derrota en dos partidos disputados en el Campeonato Nacional.
La estadística que arrojó un tiro al arco en el partido contra Coquimbo Unido es tan solo una de las señales del problema que atraviesa el equipo dirigido por Nicolás Núñez, pero cuya curva negativa comenzó bastante tiempo antes.
“No es algo de ahora o del tiempo que lleva el profe Nico, sino que creo que lo venimos arrastrando y hace bastante tiempo que no nos resultan las cosas”, fue el sincero mea culpa de Alfonso Parot por el momento del equipo y aquello invita a mirar las cifras de la UC en sus últimos 30 partidos por el torneo local.
Dicho periodo, que ha tenido a Ariel Holan, Nicolás Núñez y un interinato de Rodrigo Valenzuela y que correspende a un torneo completo entrega una suma de puntos que alarma en vista del siempre temido fantasma del descenso y lo empata con el oscuro momento que atravesó Colo Colo entre 2020 y 2021.
Una UC que coquetea con el fondo: 39 puntos de los últimos 90 disputados
Y es que sacando la foto hoy de sus últimos 30 encuentros disputados, Universidad Católica ha cosechado 39 unidades en esa ventana.
Los de la franja desmenuzan esos partidos en 10 victorias, 9 empates y 11 derrotas, siendo lo más reciente lo vivido en el actual campeonato, donde la UC debutó cayendo por 1-0 ante Ñublense y se recuperó derrotando por 2-0 a Palestino.
Estos 39 puntos, si se consideran parte de una campaña completa no solo tendrían hundido a los Cruzados en los puestos de la zona roja, sino que incluso igualaría la recordada campaña de Colo Colo, que tuvo a los albos al borde del abismo.
Fue el 14 de febrero de 2021 cuando el empate del Cacique ante O’Higgins en Rancagua zanjó que con esa cantidad de puntos, el equipo dirigido por Gustavo Quinteros debía ir a una definición con Universidad de Concepción para definir quién perdía la categoría.
Finalmente aquello no se concretó, pero fue un susto grande que la UC podría vivir de no torcer el tranco y más allá de que el torneo 2024 recién comienza, el dejo de preocupación en la precordillera empieza a presionar.