El Campeonato Nacional 2024 ya comenzó y lamentablemente de manera accidentada. Tres duelos no pudieron jugarse por diversos motivos el pasado fin de semana y, para la fecha siguiente, el panorama sigue con la misma incertidumbre, pues los partidos de Universidad de Chile y Universidad Católica, por ejemplo, siguen sin recibir el visto bueno de las autoridades.
Pero quedémonos con los Cruzados. El equipo de Nicolás Núñez no pudo debutar en el torneo ante Unión La Calera por la falta de contingente policial en la Región de Valparaíso, y para el próximo compromiso, ante Ñublense en el Estadio Santa Laura, todavía sigue esperando la autorización de la Delegación Presidencial, que pone en la balanza la baja cantidad de funcionarios de Carabineros en la capital y también la fama de su hinchada.
Que la barra de la UC ha sido conflictiva y ha protagonizado diversos hechos de violencia en el último tiempo, sí, qué duda cabe. Por lo mismo, en la precordillera ya están trazando un plan para no tener problemas con hinchas violentos en el nuevo San Carlos de Apoquindo, que será inaugurado en el segundo semestre de este año.
La apuesta de la UC para evitar desmanes en San Carlos
En Las Condes no quieren saber más de reducciones de aforo. Eso, señalan, no es la solución. “No es lo ideal, no es lo que uno busca. A lo que apostamos como Católica es a que exista una base de hinchas registrados, con todos sus datos, para identificar y evitar que los que protagonizan desórdenes ingresen. Estas medidas son solo soluciones temporales ante una situación que está salida de cauce, pero a lo que debemos apuntar es a que los delincuentes no entren al estadio”, dijo Juan Tagle en conversación con Radio ADN.
En esa línea, adelanta, se implementará tecnología de punta en el remozado recinto de los Cruzados. “Para nuestro nuevo estadio esperamos tener reconocimiento facial, torniquetes y cámaras de alta resolución para que se castigue a las personas responsables y no las tribunas en general”, añadió el mandamás del club franjeado.
Finalmente, reflexionó: “Cometer delitos en un estadio en Chile no tiene consecuencias graves. Necesitamos el apoyo de todos los estamentos, no alcanza con los clubes organizadores. Tenemos que estar muy firmes contra esto, nos están ganando la pelea (...) Hay que poner el foco en que el Estado sancione a las personas que cometan delitos. Los campeonatos van a terminar más en tribunales que en la cancha”.