Universidad Católica trabaja en el mercado de fichajes y a la par no da tregua con la remodelación del nuevo Estadio San Carlos de Apoquindo, el que según admiten desde el club sufrió retrasos en su obra. Hay confianza de que el reducto será de primer nivel y no llevará a problemas financieros, pero sí aseguran que los hinchas deberán esperar un poco más para volver a alentar al club en su casa.
En entrevista con La Tercera, el presidente de la institución precordillerana, Juan Tagle, aludió al proceso del nuevo San Carlos de Apoquindo. Detalló que las obras están avanzadas en un 50%, pero que bajo ningún motivo el recinto de Las Condes estará apto para su utilización dentro del período planeado originalmente, mediados de 2024. Al menos, los fanáticos deberán mantener la paciencia por un semestre más.
“En diciembre esperamos llegar al 50% de avance. Va con todos los desafíos propios de una construcción de esta envergadura, pero avanzando bien. Si nosotros pensábamos que lo íbamos a lograr a mediados del próximo año, esto se va a atrasar un poco para mediados del segundo semestre o de ahí hacia adelante”, comenzó indicando el timonel de la UC.
“En costos ha estado bastante controlado. Tenemos el financiamiento conseguido a través de la colocación de bonos que se hizo, del aumento de capital. Hicimos una emisión de bonos convertibles, que son 150 mil UF más. Tenemos el contrato con Claro, en un contrato inédito en el fútbol chileno, a 20 años, a cambio de casi US$40 millones. Y todas nuestras empresas que están apoyando”, agregó.
¿Problemas en el directorio por el estadio? Para Juan Tagle, solamente preocupación. “No, para nada. Hay tensión porque todos sabemos que en las construcciones hay riesgos, se puede sufrir atrasos, imprevistos. Eso genera preocupación y tensión. De repente hay alguna discusión en el directorio de cómo abordar un tema con la constructora, ese tipo de cosas. Se generan discusiones, pero siempre profesionales. Hay una cohesión total en el directorio”, complementó.
La plata de la UC para el estadio
A pesar de que la remodelación sufrió un aumento en su costo (de 30 a 50 millones de dólares), en la UC confían en el sueño de tener el estadio más moderno del fútbol chileno. Al menos para Juan Tagle no hay separaciones ni riesgos de caer en un pozo financiero, aunque tendrán un mercado austero. De momento, la UC no sorprenderá en el mercado de fichajes.
“Muchos ingresos que están asociados al dólar o la UF. Esos aumentos en dólares tienen que ver con adicionales que decidimos ejecutar y por eso fuimos a ese bono convertible. Es un desafío el financiamiento también. Estamos en la habilitación de los boxes, el tener un operador que participe en el negocio. Este proyecto nos hará sufrir, el 2024 será intenso, pero está avanzando bien”, desarrolló.
“No se hipoteca el futuro del club, aparte que no podríamos. Todas son fuentes de financiamiento propias del estadio. Lo único que sí usamos fue el monto de la venta del Canal del Fútbol que la destinamos al estadio, pero nada más”, cerró anticipando que el nombre de la nueva casa de la UC se definirá antes de marzo, en conjunto con la compañía de comunicaciones que aporta en el proyecto.