La Universidad Católica disfruta de los avances de su gran obra, el nuevo Estadio San Carlos de Apoquindo, que presenta más del 40% de desarrollo a la fecha, y eso que aún ni termina el año.
Los Cruzados quieren finalizar este 2023 sabiendo que, al menos, ya tienen la mitad de la remodelación lista, para así volver la próxima temporada con la ilusión de, si todo sale bien, tener su nuevo reducto listo para ser ocupado a mediados de año.
Y una de las cosas que preocupa a la dirigencia en este plan de remodelación es algo que hoy está sufriendo hoy Colo Colo. El Cacique decidió prestar su recinto para dos conciertos de peso esta semana (Roger Waters y The Cure), y la cancha no es que no aguantará, sino que ya no aguantó.
Las postales del césped tras el show del ex Pink Floyd son simplemente devastadoras, y eso que The Cure se presentará recién este jueves, por lo que apenas habrá poco más de dos días para que el pasto se “recupere”.
La UC se prepara para los recitales
El nuevo recinto de la Católica, por definición propia “multipropósito”, está pensado también para convertirse en un importante foco artístico, que sin duda le peleará conciertos al Movistar Arena y el propio Estadio Monumental, además de un Estadio Nacional que volverá a abrir sus puertas. Por lo mismo, desde ya está instalada la idea en San Carlos de utilizar pasto sintético o, en su defecto, híbrido, pero no cualquiera, sino que el más tecnológico del mercado.
En ese sentido, uno de los terrenos de juego que más gusta en la UC es el que actualmente goza el Athletico Paranaense de Arturo Vidal en el Arena Da Baixada: un pasto que, según sus propios protagonistas, es muy similar al natural, pero que incluye un “manto realizado con hilos de hierba en tres tonalidades de verde que lo vuelven aún más real”, además de “un relleno de gránulos orgánicos compuesto por una mezcla de elementos naturales y eco-compatibles”, según explicó Italgreen, la empresa que instaló el paño en el recinto.
Este escenario tan avanzado hizo, por ejemplo, que la FIFA lo aprobara sin mayores dificultades, pese a que los pastos sintéticos siguen siendo mirados con desdén desde el ente rector del fútbol mundial.
Para conciertos, ni hablar. Un terreno de juego como el del Paranaense no le generaría mayores inconvenientes en el ámbito deportivo a la Católica, que busca recibir recursos también desde el mundo del espectáculo.