La inflación está azotando a todo el país, qué duda cabe. Los precios de prácticamente todo se han disparado y el fútbol no es la excepción.
La Universidad Católica hizo noticia esta semana por el anuncio de sus entradas para el próximo Clásico ante Colo Colo, que para algunos tienen precios irrisorios. La más barata, de hecho, vale $13.500, lo que es la tarifa más cara que un club le ha cobrado a sus propios fanáticos en condición de local en lo que va de 2023.
Ni siquiera el Superclásico entre albos y la Universidad de Chile, a priori, el partido más atractivo que puede ofrecer nuestro balompié, tuvo precios tan elevados. La más barata costó $9 mil, y Andes, otro sector tradicional para la familia del fútbol, tuvo un valor de $18 mil, es decir, menos de la mitad de lo que cuesta ir a ver a la UC a Santa Laura ($37 mil).
Los precios en la región
Lo que resulta totalmente incomprensible para el fanático nacional es entender estos precios si se comparan con otros grandes del continente. Por ejemplo, el Flamengo de Arturo Vidal, actual campeón de la Copa Libertadores, que aunque resulte increíble de creer, le cobra a sus hinchas $4 mil pesos (25 reales) por ir a verlos al certamen continental en la galería del Maracaná.
Sigamos con otro gigante sudamericano como lo es River Plate, pero primero es necesario contextualizar.
La Asociación del Fútbol Argentino se encarga de regular los precios de las entradas al otro lado de la Cordillera, estableciendo un mínimo y un máximo a cobrar por los clubes, independiente el partido.
Dicho esto, para este año la AFA fijó la entrada más barata en 2.900 pesos argentinos, que traspasado al dólar blue, que favorece a los turistas chilenos que viajan a Argentina, se traducen en 7,3 dólares, o sea, $5.800 pesos chilenos, con los que puedes ver a los “Millonarios” de Paulo Díaz en su remozado estadio para más de 80 mil personas.
El compromiso entre la UC y Colo Colo está fijado para este sábado en el Estadio Santa Laura, a contar de las 15:00 horas. El proceso de venta de entradas ya empezó, y está destinado solo a fanáticos “cruzados” que figuren en la base de datos del club.