Una buena actuación por La Roja le bastó a Alexander Aravena para ponerse en boca de todos los hinchas del fútbol chileno.
El delantero de la Universidad Católica, que ha brillado con luz propia en San Carlos de Apoquindo pese a compartir la línea ofensiva con el goleador Fernando Zampedri vive, quizás, el momento más dulce de su carrera.
El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, puede hablar con propiedad del “Monito”. La ahora autoridad comunal conoció al atacante de la UC cuando iba en séptimo básico la en Escuela Carlos Prats de La Pincoya, donde le hacía clases.
Con el objetivo de llegar al Barcelona
Un día, para romper el hielo con su alumnado, Vodanovic propuso el siguiente ejercicio: escribir en una hoja cuál es el sueño más importante que tienen.
Dentro de una clase que encontró poco atractivo el desafío, un pequeño Alexander Aravena destacó por su rapidez al terminar. “Le pregunté qué quería ser. Me dijo que jugar en el Barcelona”, contó el alcalde a El Mercurio.
Posteriormente, el alcalde tuvo un gesto con el que tal vez acercó un poquito más al jugador a ese sueño: “Cuando fui a Europa le regalé una camiseta de Barcelona porque sueña con jugar ahí. Lo he seguido en Ñublense, fui al Mundial, ahora en la UC. Quedó una relación de amistad. Es una admiración grande la que siento por él y un cariño especial. Es bueno, centrado, humilde, generoso. Un gran cabro”.
Y cierra: “Subíamos el cerro y me quedaba hasta tarde con él en la escuela de fútbol. Compartimos esa pasión y la UC. Me importaba que no se perdiera, que no se desviara. Enfrentó dificultades, pasaron cosas en su familia, empezó a salir en la televisión, entonces había que monitorearlo. Que no se le subieran los humos a la cabeza, porque la cantidad de estímulos es brutal”.