En la Universidad Católica gozan de cierta tranquilidad ahora que están en la punta del Campeonato Nacional, aunque no se duermen en los laureles. Los precordilleranos saben que su escolta, Huachipato -el otro es la Universidad de Chile- tiene dos partidos menos, y cualquier relajo puede significar perder aquel sitial de privilegio.
Los “Cruzados” se han hecho respetar como locales -lo que es un decir, ya que San Carlos de Apoquindo está cerrado-, sumando dos triunfos y un empate, en partidos jugados en Rancagua (2) y Concepción (1).
Y en ese aspecto patiperro de la UC este año, no ha habido mayores inconvenientes con respecto a la aceptación de sus hinchas en regiones, como sí los ha experimentado la U, que ha recibido más de un portazo a la hora de solicitar estadio fuera de Santiago, lo que no deja de extrañar, ya que la barra del conjunto precordillerano, sin lugar a dudas, se llevó el deshonroso premio a la hinchada más problemática en 2022.
Las medidas adoptadas por la UC
Recordados son -solo por nombrar algunos- el lanzamiento de una bomba de ruido a Martín Parra en un Clásico Universitario en Copa Chile y la invasión para desmantelar San Carlos en el día de su cierre. Ante eso, en Cruzados tomaron medidas, y hoy se ven sus frutos.
“Hay que destacar que ha habido un muy buen comportamiento de nuestra hinchada este año, después de todos los problemas del año pasado. Tuvimos muchas conversaciones a través de la Comisión de Hinchas y hemos llegado a un entendimiento. No han habido petardos, incluso en el partido con Audax Italiano (en La Florida)”, dijo Juan Tagle, presidente de la UC, en Radio Cooperativa.
El comportamiento de los forofos de la Católica ha permitido, además, que a los “Cruzados” le vendan entradas en todos los partidos como visitante (Everton, Coquimbo Unido y Audax), contrario a lo que le ocurrió a los azules, que tuvieron que ver la victoria ante O’Higgins en Rancagua solo por televisión. El mismo estadio de los “Celestes”, que a esta altura está vetado para la U, no tiene reparos en recibirlos para ser locales, como pasó el fin de semana frente a Palestino.
La prueba de fuego, en todo caso, será el Clásico ante Colo Colo, que podría marcar el retorno al Estadio Santa Laura en abril, donde en Las Condes solo esperan que el césped mejore su condición para volver a utilizarlo.