El partido entre Universidad Católica y Universidad de Chile se vio suspendido abruptamente debido a bombas de ruido que cayeron al interior de la cancha en las cercanías del portero de los azules, Martín Parra, quien tuvo que ser dirigido a un centro asistencial debido al ataque.
Tras el encuentro, el presidente de Cruzados, Juan Tagle, se refirió a la situación, donde en primera instancia se eximió de la culpa por los disturbios. "No creo que sea un error, el fallo de la primera instancia decía que cumplíamos con todo. La sociedad vive un momento de violencia tremendo, ayer una productora no pudo hacer un concierto. No somos capaces, no damos abasto, necesitamos el apoyo de Carabineros de Chile", aseguró.
Además, aclaró que desistirán de apelar a la sanción que ya tenían pendiente por disturbios. "Son situaciones graves pero diferentes, como organizadores cumplimos con todas las exigencias. Como club de fútbol, sin el apoyo de la autoridad, no lo vamos a lograr. No estuvimos equivocados en la apelación, no pretendíamos que se levantara la sanción, sino que se focalizara la sanción en quienes verdaderamente se comportaron mal. Como una señal, de todos formas, decidimos desistir en la apelación", aclaró.
Para finalizar, el mandamás de Universidad Católica se negó rotundamente a la suspensión definitiva del partido, y a la victoria de los azules por 3 a 0. "Nosotros no vamos a tolerar que un partido se de por terminado por la acción de un delincuente, y eso hará que la U gane la llave. Nadie que sea cercano al fútbol debería permitirse eso, porque atenta contra el alma del deporte tan lindo y que amamos", afirmó.