La Universidad Católica jugará mañana su último partido de la temporada y cerrará un 2022 extraño, lejos de aquellos éxitos que tenía acostumbrado a sus hinchas, donde terminar el año levantando una copa parecía cosa sencilla.
Los tiempos han cambiado y ahora los "Cruzados" deben resetearse. El club ya se despidió de José Pedro Fuenzalida, Luciano Aued y Germán Lanaro, y ahora Ariel Holan tendrá que seguir delineando lo que será el plantel 2023, viendo quién puede llegar y quién puede partir.
En este último grupo se encuentra Yamil Asad, futbolista que termina contrato con los precordilleranos a fin de año. El "Turquito", de irregular paso por la UC -con indisciplina incluida en el primer semestre-, ha levantado su nivel en los últimos encuentros, y aunque solo suma 213 minutos en lo que va del Campeonato Nacional, fue clave para liderar un el triunfo ante la Unión Española en Santa Laura, que significó obtener tres puntos claves para clasificar a la Copa Sudamericana.
Con espacio para los extranjeros en la UC
Además, hay otro factor que bien podría inclinar la balanza a favor del argentino, alargando su estadía en San Carlos de Apoquindo: los cupos de extranjeros.
Con la partida de Aued y la pronta nacionalización de Matías Dituro, ya no hay problemas de falta de vacantes foráneas en Las Condes (Fernando Zampedri, Gary Kagelmacher y el propio Asad podrían quedar como los únicos), por lo que el mediocampista, al menos en ese ítem, puede estar tranquilo.
Y aunque aún no hay conversaciones entre el jugador y el club para ver qué será de su futuro, el trasandino podrá jugarse una última chance: será ante Deportes Antofagasta en el cierre del torneo para la Católica, partido que se jugará mañana domingo a contar de las 16:00 horas.
