La UC está disfrutando de un momento inolvidable. El cuadro de Las Condes vive la mejor época de su historia, con 11 títulos en la última década, lo que le ha valido al actual plantel ser calificado como el mejor de todos los tiempos.
Las alegrías en San Carlos de Apoquindo no sólo son disfrutada por los que hoy pertenecen al club, sino que también a los que algún día pertenecieron, como Fabián Manzano, hoy en Deportes Copiapó, que pelea en la Liguilla de la Primera B para tratar de volver a la máxima categoría.
"Ahora lo vivo como hincha. Nunca he escondido mi fanatismo por la Católica. Estuve desde los 11 años a los 24 y siempre voy a estar agradecido. Veo todo lo que pasa ahora y me pongo orgulloso. Yo siento orgullo al decir que soy de la Católica, que salí campeón ahí, pero también viví los momentos malos. A mí me toco subir al primer equipo el 2012, cuando ya se venía un año atrás con el tema de los segundos lugares, que peleábamos siempre arriba pero no se nos daba. Dentro de la década fue el más ganador, pero también tuvimos una época negra, de quedarse con las ganas de obtener el título", recuerda el volante en conversación con En Cancha.
Pese a haberse quedado con las ganas de ser campeones en múltiples oportunidades, siempre pelearon en la parte alta de la tabla...
Eso es lo valorable, que independientemente de vivir lo que se vive ahora, siempre se estuvo peleando arriba, incluso antes del primer bicampeonato. Siempre peleamos en la punta y eso es meritorio. Siempre se siguió intentando y se mantuvo el nivel hasta ahora. Yo me pongo demasiado feliz por el presente del club, ver que se ganan cosas y siempre se la da importancia a los jugadores de la cantera, y también de la gente que llega, que es elegida con pinzas. Católica es un club que se fija mucho en la parte humana y de cómo esa persona pueda aportar lo suyo.
Tú estuviste en ese partido de infarto frente a Audax Italiano, donde salieron campeones contra todos los pronósticos. ¿Cómo recuerdas ese momento?
De todas las veces que peleamos campeonatos, esa 'final' ante Audax era la que menos dependía de nosotros. Necesitábamos otros resultados, no éramos la primera opción al título. Y a mí me pasaba algo raro en la previa, porque uno cuando juega finales se visualiza celebrando después, siendo campeón, pero en ese partido, no sé por qué, no me veía festejando en la tarde. A lo mejor por lo vivido en el pasado o por querer protegerme inconscientemente, prefería no visualizarme como campeón, quizás para no desilusionarme de nuevo.
Y después todo cambió, cuando supieron que O'Higgins perdió y el título era de ustedes...
Sí, y por eso todo después fue demasiado emotivo, con una carga emocional importante. Y eran torneos cortos, donde cada seis meses peleábamos por el título y no lo podíamos conseguir. Recuerdo que tuvimos que esperar unos minutos para que terminara el otro partido, y cuando nos enteramos de que éramos campeones me puse a llorar. Mi hermano menor, Paolo, estaba con nosotros en la cancha, porque entrenaba con nosotros tipo sparring, y siempre estaré agradecido por haber compartido ese momento con él. Me descargué. Ese partido terminé totalmente acalambrado. El equipo estaba jugando como con cinco delanteros, un solo jugador al medio, Lanaro y Maripán jugando de 9. Yo terminé de stopper por izquierda, adolorido, no daba más, pero salimos campeones y se me quitó todo. Fue emocionante.
La UC se caracteriza por dejarle siempre la puerta abierta a sus canteranos. ¿Te gustaría volver en un futuro?
Obviamente me gustaría volver. Sin exagerar, pero si le preguntas a todos los canteranos de Católica si les gustaría volver, más de la mitad te diría que sí. Quizás más y me quedo corto. La institución te inculca ese amor por el club, pero tengo claro que para volver tengo que demostrar un nivel que me permita algún día poder retornar. No se trata de volver porque salí de ahí. En mi caso, salí de Católica, me tocó jugar en la B, pero hay jugadores que se fueron a Europa y también quieren volver a San Carlos, y hay que competir con esos retornos, demostrar que estás a la altura. Es mi sueño volver a Católica.