Ya es cosa de todos los días. El Fútbol Chileno atraviesa por un estado tan delicado que no hay semana en que no aparezca un nuevo club con problemas para jugar como local. Sea por el estado de la cancha, por descoordinaciones entre las autoridades, por propuestas de partido mal hechas o por negligencias varias, el caso es que los torneos nacionales no pueden disputarse con una relativa continuidad, pues siempre ocurre un imprevisto que obliga a modificar escenarios.
La última irregularidad, que linda en el terreno de la chacota, es que para la quinta fecha del Campeonato Nacional de Primera División, Unión Española y Magallanes trocaron su localía, porque el Estadio Santa Laura, donde debía hacer de local el elenco de colonias, parece un potrero. Y, así, suma y sigue.
Hoy, un nuevo equipo de nuestro fútbol anunció que tiene problemas. En sus plataformas digitales, Deportes Limache comunicó que para la temporada 2023 de Segunda División no podrá jugar como dueño de casa en un reducto de su ciudad.
“En nuestra comuna de Limache no contamos con un recinto que cumpla con los requisitos mínimos de seguridad exigidos por el cuaderno de cargos para el fútbol profesional de la ANFP”, es el motivo esgrimido por el elenco de la Región de Valparaíso para desistir de ocupar, por ejemplo, los estadios Municipal Ángel Navarrete Candia o Gustavo Ocaranza, emplazados en su comuna de origen.
Deportes Limache jugará como local en La Calera
Imposibilitado de actuar en su ciudad, el elenco “Tomatero” deberá desplazarse unos 32 kilómetros cada fecha en que juegue de local, para disputar sus partidos en el Estadio Nicolás Chahuán de La Calera, el escenario elegido y reservado para sus compromisos en la Segunda División 2023.
La situación no es nueva para los hinchas de Deportes Limache. Cuando militaban en Tercera A (campeones en 2020), las exigencias no eran demasiadas para presentar un recinto. El año pasado, sin embargo, los limachinos actuaron como anfitriones en el Estadio Lucio Fariña de Quillota.